‘Kiosco Primi’, el mítico kiosco ubicado en la Plaza de la Puentica regido por Primitivo Carbajo durante más de medio siglo, cierra sus puertas. Y es que Primitivo Carbajo Lozano tras 52 años en el establecimiento ha decidido que ya va siendo hora de jubilarse.
Días de lluvia, de sol abrasador… Primitivo Carbajo abría cada día las puertas del establecimiento para prestar servicio a los zamoranos, muchos del barrio de San Lázaro, para convertirse en la persona que ha vendido ilusión en forma de dulces a muchas generaciones de niños y el referente para la compra de la prensa entre muchos adultos.
También quedará en la memoria colectiva la llegada de las revistas con las musas del destape en su marquesina, que despertó el interés de muchos adolescentes, así como la alegría de los pájaros, a los que cuidaba con mucho mimo, a sus puertas.
Nada impidió que Primi se hiciera cargo del quiosco después de que a los 21 años perdiera un brazo por una descarga eléctrica mientras trabajaba con Elecnor, y a pesar de sufrir algunos imprevistos en el kiosco como cuando en 1957 se cayó un negrillo sobre el establecimiento, siempre se ha mantenido en pie y con ganas de luchar.
Ahora, Primitivo Carbajo, viudo y con el apoyo de sus hijos Fermín y Patricia (un tercer hijo, Luis, falleció hace cuatro años) se despide como un referente para muchos en la zona para disfrutar de su jubilación. Siempre quedará en el recuerdo de todos. ¡Disfruta de tu nueva vida Primi!
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