El precio de la gasolina ha encadenado su novena semana consecutiva de bajadas para caer hasta su mínimo del año, a las puertas de las vacaciones de Navidad.
En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha abaratado esta semana un 1,06%, situándose en los 1,211 euros, un nivel que no marcaba desde noviembre de 2017, según datos del Boletín Petrolero de la UE.
Desde los máximos del año que tocó en octubre, el precio del litro de gasolina acumula una caída del 10,7%, lo que le ha llevado a las puertas del cierre del año a tocar sus niveles más bajos en lo que va 2018.
En el caso del precio del litro de gasóleo, cuya tributación prevé encarecer el Gobierno en 2019, esta semana también ha sumado séptima caída consecutiva, tras experimentar un descenso del 1,1%, para situarse en los 1,163 euros.
Este precio es el más bajo desde el pasado mes de abril que registra el litro de gasóleo, que ha caído un 9.4% desde los máximos anuales que tocó el pasado mes de octubre.
De esta manera, ambos carburantes siguen alejándose de los records anuales, y máximos desde finales de 2014, que habían tocado a mediados de octubre tras la espiral alcista en la que entraron desde agosto al calor de la subida en los precios del crudo.
Esta caída en los precios de la gasolina y del gasóleo representará un gran alivio para los bolsillos de los conductores en este periodo navideño, en el que la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé 18,3 millones de desplazamientos desde este viernes 21 de diciembre hasta el próximo 7 de enero.
Este jueves el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba ligeramente por encima de los 55 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a unos 46,5 dólares.
Más barata que en la UE
La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,367 euros y 1,413 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,33 euros en la UE y 1,329 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.