El Partido Popular ha logrado un éxito rotundo en la provincia, no sólo en el ámbito rural, donde se daba por hecho, sino también en los principales núcleos de población. En la capital, a pesar de perder un buen número de apoyos, su triunfo es incontestable, con un 36% de los votos, casi el doble que el PSOE, que no alcanza el 20%.
La pérdida de sufragios de los dos grandes partidos en la ciudad llega motivada por el ascenso de los emergentes, que suman un 33% de los apoyos entre ambos. De hecho, Podemos, con un 17,7% se queda a un punto y medio de superar a los socialistas, mientras que la formación naranja no se le queda muy a la zaga, con el 16%.
Mención especial merece también el éxito de IU-UP en la capital. La formación encabezada por Carlos Hernáez ha rozado el 8% de los apoyos en lo que constituye el mejor resultado de la coalición en una ciudad castellano y leonesa.
En cuanto a Benavente, la distancia del PP con el PSOE se reduce, aunque el triunfo también es muy claro y arroja una diferencia de doce puntos porcentuales entre ambos. Podemos (15,1) y Ciudadanos (13,7) también irrumpen con fuerza, de un modo similar a lo que ocurre en Toro, donde los populares han logrado una victoria con mucho valor, tras el varapalo de las municipales, con un 36% de los votos, por el 29% de los socialistas.
En cuanto al resto de los municipios grandes, el Partido Popular también ha sido el más votado en Puebla de Sanabria, a pesar de la influencia de su alcalde y senador socialista, José Fernández, así como en Villalpando, Bermillo de Sayago, Villaralbo o Alcañices, entre otros. En estas localidades, los emergentes se han desinflado ante el poder de las dos grandes formaciones políticas del país.