El Subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha hecho balance este martes de los datos de siniestralidad relacionada con la fauna en la provincia de Zamora. Estos datos se refieren a toda la red viaria (provincial, comarcal y estatal) notificados por la Guardia Civil, y no recogen daños producidos en los núcleos urbanos.
En este sentido, se aprecia el descenso proporcional de los accidentes que, afortunadamente, no han causado ninguna víctima mortal en los ejercicios 2017, 2018 y los meses transcurridos de 2019. Según datos facilitados por el propio Ángel Blanco, los accidente se redujeron de 1.068 a 916 del 2017 al 2018, mientras que hasta el 27 de julio de este 2019 el número de accidentes provocados por la fauna silvestre se encuentra en 458.
Curiosamente, ese descenso de accidente provocados por la fauna silvestre se contrapone con el ascenso de accidente en los que están implicados animales no silvestres como perros, gatos, ovejas o vacas. En ese caso el aumento es de 106 a 122 de 2017 a 2018 y hasta 57 accidentes en lo que llevamos de años.
Del mismo modo, el subdelegado del Gobierno ha informado de las medidas preventivas que se han puesto en marcha en la carretera de la Red Estatal N – 631 que han propiciado un descenso de la siniestralidad como el desbroce de los márgenes de la carretera, la colocación de señales, las barreras olfativas y sistemas para reducir la velocidad.
Además, ha desvelado que se acaba de iniciar una nueva medida en un tramo de esta carretera, en concreto del kilómetro 20 al 50 (el que más siniestralidad concentra) que consiste en rociar la vegetación de los arcenes con un líquido que funcionaría como una barrera olfativa para los animales. Se ha probado en un tramo de la N-631 y debe reponerse cada tres meses. De momento no se conoce si funcionará en Zamora pero según explican desde la Subdelegación del Gobierno es un tratamiento que ya se utiliza con éxito en otras partes de España.