El último Pleno de la corporación municipal saliente se celebró por pura formalidad, para aprobar el acta de la sesión anterior, pero terminó como un homenaje a Rosa Valdeón, la alcaldesa que ha gobernado la ciudad durante los últimos ocho años: "Ha sido una etapa en la que podré haber fallado como política, pido perdón, pero espero no haberlo hecho como persona", ha apuntado la responsable popular, justo antes de poner fin a su mandato.
Después de estas palabras, y tras recibir su medalla conmemorativa, Valdeón ha visto como sus compañeros de la corporación municipal se ponían en pie para ovacionarla de forma prolongada. La alcaldesa saliente dirigió miradas emocionadas a todos ellos, también hacia la zona de Izquierda Unida, donde los cuatro ediles, siempre críticos con su gestión, aplaudían al igual que el resto en un gesto que evidencia que la rivalidad política no es óbice para mantener el afecto.
Antes, los 23 concejales que acudieron a la sesión habían recogido, como la alcaldesa, el recuerdo de su paso por la corporación. Todos ellos recibieron el cariño de Valdeón, que repartió besos y abrazos. Especialmente emotivo fue el que le dio a Laura Rivera, la concejala de IU, a la que le une una buena relación personal.
Más allá de Valdeón, el resto de los concejales también se despidió entre sí. A partir del sábado, tan solo continuarán Francisco Guarido, Laura Rivera, Miguel Ángel Viñas y Víctor López de la Parte. Es el fin de una etapa para la bancada del Partido Popular y del PSOE en conjunto y también el adiós de Adeiza, que dejará de estar representado en el siguiente mandato.
PALABRAS DE MOLINA
Tras 16 años en el Ayuntamiento, Francisco Molina ha pedido la palabra para despedirse de su etapa como concejal, un periodo que termina con "el broche de oro" del éxito electoral de IU: "Las despedidas que se controlan no son malas; pueden ser alegres", ha asegurado el edil saliente, que ha criticado el sistema de elección de los diputados provinciales que le ha impedido ejercer su labor municipal como le hubiese gustado: "Lo que más he hecho ha sido oficiar bodas y la democracia es como la boda entre la clase alta y la clase baja", ha comentado Molina, que se ha despedido con una frase que ha marcado su trayectoria: "¡Viva la clase obrera!".
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