Pioneras de la igualdad en la Guardia Civil de Zamora: 35 años de historia escrita en femenino plural
La Guardia Civil conmemora este 12 de octubre los 35 años desde la incorporación de la mujer al cuerpo.
Ser varón, ser español, no haber sido expulsado de ningún Cuerpo de las distintas administraciones o tener el graduado escolar eran algunos de los requisitos recogidos en el BOE para poder opositar a la Guardia Civil antes de 1988. Año en el que las mujeres pudieron acceder al cuerpo por primera vez y que en este 2023 se cumplen 35 años desde la inclusión de la mujer a la Guardia Civil.
Más de tres décadas de historia escrita en femenino plural a través de mujeres como la sargento primero de la Comandancia de Zamora, Ana Katia Pérez Gil y la teniente María Isabel García Núñez, jefa del Seprona y O. P C también de la Comandancia de Zamora.
No solo llevan a sus espaldas la condecoración de 'pioneras' por el curso orgánico de los hechos, sino que además han formado parte de los pasos que se han dado en materia de igualdad dentro del cuerpo. Ambas llevan 30 años vistiendo el uniforme de la Guardia Civil que lucen el mismo día de la entrevista en un cuartel en plena ebullición laboral a primera hora de mañana.
Superación y liderazgo son dos de los términos que más se repiten a la hora de hablar de su propia historia y de la evolución de la mujer dentro del cuerpo. "He llegado a escuchar que ingresando yo en el cuerpo le estaba quitando el puesto a un hombre", asegura Ana Katia Pérez.
"También hay que poner en contexto este tipo de hechos, estamos hablando de principios del 2000, a día de hoy es impensable oír ese tipo de comentarios, pero también es gracias al trabajo que se ha realizado durante muchos años, no solo dentro de la Guardia Civil, sino también en la propia sociedad", aseguró.
"He llegado a escuchar que ingresando yo en el cuerpo le estaba quitando el puesto a un hombre"
Más de veinte años desde ese tipo de comentarios, de los que aún a día de hoy colean ciertos micromachismos: "Sigue ocurriendo que se dirijan al compañero, pese a ser la jefa", asegura Ana Katia Pérez, siempre manifestando que "el cambio es real y se ha conseguido mucho.
Más mujeres en puestos de responsabilidad: el 'suelo pegajoso'
Con los datos en la mano, las mujeres en la Comandancia de Zamora alcanzan el 10%, sobre el total de la plantilla superior al 9% que se alcanza a nivel nacional. Un tanto por ciento que se reduce a algo más del 1% si se habla en términos de puestos de responsabilidad.
En este sentido la teniente María Isabel García Núñez, hace alusión al término "suelo pegajoso". Un término que engloba la situación de que la base de escalas y guardias es donde hay una mayor masa de mujeres y "por circunstancias, que en su mayoría son personales, las mujeres deciden nos ascender, como puede ser el caso de la maternidad, entre otros factores sociales".
"Claro que siendo mujer se tienen las mismas posibilidades de ascender, las mismas posibilidades que un compañero, pero las mujeres estamos sujetas a elementos culturales, sociales…por los que las mujeres adoptan el rol de cuidadoras y desisten", añade García.
Una herencia de la propia sociedad que además se arrastra desde otras esferas sociales: "Los hombres, per se, se sienten capacitados para ascender porque es lo que se ha esperado de ellos toda la vida. En estos trabajos donde predomina el papel masculino, a veces no nos vemos capaces de promocionar. Psicológicamente no tenemos ese afán de superación”, apunta la sargento primero, Pérez.
Demostrar un plus de valía
"La mujer siempre tenía que demostrar un plus de valía, si a una mujer se le consideraba buena, seguramente era mucho más buena que la media. Tú llegas a un puesto de mando a cualquier comandancia y si eras hombre nadie se cuestionaba si eres válido o no, o cómo ha llegado a ese cargo, si eres mujer eso sí pasaba".
Palabras de la teniente María Isabel García Núñez, quien ha vivido este cambio en sus 30 años de servicio y que junto con la sargento primero de la Comandancia de Zamora, Ana Katia Pérez Gil han sido testigos y artífices dela evolución del papel dentro del cuerpo.
Primer plan de igualdad en la Guardia Civil
"Todo comenzó, en el caso de la Comandancia de Zamora con un suelo lleno de informes, de datos, de querer identificar las deficiencias. Lo más importante fue abanderar la transparencia, si una estructura como lo es la Guardia Civil, es capaz de identificar esas carencias, más fácil es mejorar", asegura Pérez, quien formó parte de ese primer diagnóstico que sentaría las bases del Primer plan de igualdad de la Guardia Civil, pionero en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, solo por detrás de la Policía Local de Madrid.
"Una de las carencias que se observó, es que si una mujer agente estaba embaraza perdía un plus de productividad, como si estuviese enferma. Una mujer embaraza no es una enferma y eso por ejemplo se ha corregido", apunta la teniente García.
35 años de la incorporación de la mujer y mucho que celebrar en materia de igualdad
Más de tres décadas desde la incorporación de la mujer al cuerpo y cuatro años desde que se implantó el Primer Plan de Igualdad "y en los que se ha conseguido mucho", destacan ambas.
"La igualdad es una prioridad en la sociedad, y el triunfo sería que dejásemos hablar de esto, del término de igualdad y que no hiciese falta. En la Guardia Civil se ha mejorado mucho, y debemos seguir reforzando porque es lo que nos va a ayudar a nosotras a alcanzar una igualdad real. Las nuevas generaciones se van a encontrar muchos hándicaps menos y eso es una gran noticia", concluyó García.
Una historia de superación escrita en femenino, pero también plural, tal y como destaca Ana Katia Pérez, agradeciendo también el papel que han jugado sus compañeros varones para que todo cambie dentro del cuerpo. "Yo soy lo que soy, y he llegado a donde he llegado gracias a todo lo que he aprendido de ellos".
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