La pandemia sigue golpeando a la provincia de Zamora. Los incrementos de positivos siguen variando semanalmente, con cambios sustanciales respecto a incrementos y descensos de los mismos, mientras que las altas también viven estas fluctuaciones diarias.
Sin embargo, durante la última semana el hospital Virgen de la Concha de la capital ha estado muy pendiente de los decesos a causa del coronavirus. Un total de siete fueron registrados durante los últimos siete días en el complejo hospitalario, habiendo únicamente dos jornadas sin cambios como fueron el miércoles y el sábado. Mientras, el martes y el viernes fueron las jornadas negras al producirse dos fallecimientos en el centro zamorano.
Estas cifras han ido preocupando poco a poco a sanitarios y población en general, pues la tendencia negativa se ha incrementado de manera considerable en estas fechas. Así, mientras la primera semana de agosto se registraron tres decesos, en la última de julio fueron dos. Un total de cinco finados en catorce días que chocan con la situación de estos últimos días, donde la media ha sido de un fallecimiento cada veinticuatro horas.
Si bien es cierto que desde el 14 de febrero la peor fecha ha sido el 1 de junio con un total de tres decesos, habría que remontarse hasta el propio mes de febrero para encontrar cifras tan negativas como las de esta segunda semana de agosto.
Y es que desde la primera semana de febrero, cuando tristemente se contabilizaron una veintena de muertes a causa del coronavirus en el Virgen de la Concha, la cifra de decesos no alcanzaba los siete en una semana natural. Por entonces, los veinte decesos dieron paso a una semana con seis, una bajada sustancial que vislumbraba un cambio de tendencia que, hasta el momento, era firme al no superarse la barrera de las seis muertes.