La crisis económica limitó el incremento de las pensiones al aumento del IPC, hasta que en 2014 se introdujo el Índice de Revalorización de Pensiones, que establecía que en países en situación de déficit económico, como es el caso de España, las pensiones crecerían un máximo (y un mínimo) del 0,25%.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, España se encontrará en esa situación deficitaria hasta 2022, lo que supondrá que durante los próximos cinco años las pensiones sólo crezcan ese mínimo, ya que la Seguridad Social no se puede permitir una subida mayor.
Así, la pensión media española, que se sitúa en 920 euros, ascendería en estos cinco años a poco más de 931 euros. Sin embargo, esta medida también afectaría a las pensiones más bajas, como pueden ser las de viudedad o no contributivas, que con una media de en torno a 500 euros verían cómo se incrementan en poco más de 7 euros.
Esto es un serio problema tanto en España como en Zamora, donde la población está envejecida, lo que supone que una gran parte de los ciudadanos sean pensionistas. Así, verán como sus ingresos se estancan, mientras que la inflación, previsiblemente, crecerá anualmente en torno al 2%, lo que repercutirá en su poder adquisitivo.