El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha denunciado la insostenibilidad del sistema económico y social actual que ha dado lugar a la despoblación y repercute también negativamente en la protección medioambiental del territorio, en la inauguración del Seminario sobre Despoblación que se desarrolla en la sede del Consejo Consultivo. Tras dar la bienvenida a los participantes "a esta parte de la España vacía que es Zamora", Guarido recordó que esta despoblación es consecuencia de una política económica errónea, "de unas decisiones políticas que no han tenido en cuenta la insostenibilidad de este sistema económico y social", y que esta despoblación no es sólo un problema para los que tienen que emigrar, "sino para la conservación del medio ambiente sostenible y para las personas que nos quedamos a vivir aquí".
Según manifestó el alcalde, debido a esta despoblación galopante que sufre provincias como Zamora, provocada por la emigración a otras zonas por falta de trabajo, la escasez de nacimientos por la misma razón y el envejecimiento, parecía que inicialmente la falta de presión demográfica favorecería el valor medioambiental del territorio zamorano. De hecho gran parte de la provincia está declarada “reserva de la biosfera”, formando parte de la reserva de la biosfera transfronteriza Meseta Ibérica que incluye los Arribes del Duero, el parque natural del Lago de Sanabria y de la reserva de la Sierra de la Culebra, junto con zonas de Salamanca y la raya o frontera con Portugal. Una de las reservas de la biosfera de mayor extensión de la Península.
Pero esta situación de privilegio medioambiental, también genera problemas por falta de población: muchos incendios porque no hay ni agricultores ni ganadería extensiva (tampoco hay muchos cuidados forestales); una difícil convivencia entre fauna salvaje protegida y ganaderos y agricultores; muchas viviendas vacías y en ruina; y la amenaza de convertirnos por estar poco poblados en zonas de vertido de residuos de otras zonas industriales ( no ha cesado el miedo al cementerio de residuos nucleares, y ahora nos amenazan los purines de las macrogranjas de porcino).
Aludiendo a la publicación sobre "La España vacía" de Sergio del Molino, el alcalde recordó que " no puede un Estado democrático y social permitir que millones de sus ciudadanos se sientan abandonados y despreciados por él. Porque es un debate que interpela al cuerpo político de toda la nación y que afecta a todos los españoles con una mínima sensibilidad democrática.”