El consumo de carburantes en Castilla y León refleja la parálisis social y económica provocada por la pandemia de la COVID-19 y aunque haya mejorado sus valores tras los peores momentos con el primer estado de alarma entre marzo y junio, lo cierto es que en los nueve primeros meses del año acumula un desplome próximo a los 25 puntos porcentuales respecto a 2019.
Los datos que facilita la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) indican que el consumo de Gasolina 95 se situó entre enero y septiembre en las 156.171 toneladas en la Comunidad, lo que supone una caída del 24,5 por ciento respecto a los mismos meses de 2019. Asimismo, el Gasóleo A alcanzó un consumo en la Comunidad, en ese periodo, de 1.028.252,1 toneladas, con una merma del 23,3 por ciento.
Unos elevados porcentajes de merma pese a que en septiembre el consumo de Gasolina 95 (21.188 toneladas), bajó solo un 6,4 por ciento, en relación al mismo mes del ejercicio pasado; y el de Gasóleo A (126.776 toneladas), un 9,9 por ciento.
Cabe recordar que en el primer semestre los dos tipos de carburantes más utilizados cayeron en mayor medida, después del confinamiento total del 14 de marzo al 21 de junio: el Diésel A lo hizo un 28 por ciento, hasta totalizar 618.820 toneladas (860.000 entre enero y junio de 2019), y el consumo de Gasolina 95, un 35,7 menos, con 79.411 toneladas (123.533 el pasado año). Al respecto, la agrupación de Vendedores de carburantes al pormenor de Castilla y León (Avecal) ha denunciado repetidamente que el sector “arrastra una herida de los meses de confinamiento” que le sitúa en “una situación muy complicada” porque tuvieron que abrir, sin apenas consumo, con un impacto directo en el empleo por las pérdidas acumulados.
Provincias
Un análisis provincial pone de relieve descensos profundos del consumo en todo el territorio de la Comunidad, durante los nueve primero meses del año. En relación a la Gasolina 95, las pérdidas porcentuales más elevadas se registraron en los meses de estudio, en Salamanca, donde consumieron 18.625,1 toneladas, con un desplome del 27,6 por ciento. Valladolid también perdió más que la media (24,5 por ciento), y vio como se reducía el consumo de este combustible un 25,5 por ciento, con 29.046,6 toneladas.
La media de pérdidas también fue peor que el dato autonómico en Burgos y Soria, menos 24,7 por ciento, con 24.401,8 y 6.567,5 toneladas, respectivamente; y en Palencia, con una merma del 24,6 por ciento y 11.217,4 toneladas.
Mejoraron el dato medio regional Zamora, con una bajada del 24,2 por ciento y 12.149,5 toneladas; Segovia, con un descenso del 23,5 por ciento y 12.345 toneladas; y Ávila, con un decremento del 23,4 por ciento y un consumo de 11.450,3 toneladas.
En cuanto al consumo de Gasóleo A el porcentaje de desplome más acentuado se produjo con diferencia en la provincia burgalesa, donde se contabilizaron 145.042,7 toneladas vendidas hasta septiembre, un 34,7 por ciento menos que un año antes en los mismos meses. El resto de territorios tuvieron porcentajes mejores que la media (23,3 por ciento), aunque se situaron cerca Valladolid, con una rebaja del 23,2 por ciento y 162.242,2 toneladas; y Palencia, con un descenso del 22,7 por ciento y 67.045,3.
El consumo también se contrajo un 21,8 por ciento en Ávila y Segovia, con 54.714,4 y 68.600,4 toneladas, respectivamente; y un 21,6 por ciento en Soria, con 56.158,5 toneladas. Por encima del 20 por ciento de reducción también se situaron León y Salamanca, la primera con una merma del 20,6 por ciento y 178.328,3 toneladas, y la charra, con una contracción del 20,4 por ciento y 167.387,3. Por último, la menor reducción se constató en Zamora, un 18,3 por ciento, con 128.733,1 toneladas.