Ángel García Rodríguez, más conocido como Padre Ángel, fundó Mensajeros de la Paz en el año 1962, como una organización no gubernamental dedicada a la creación de hogares para acoger niños y jóvenes privados de un ambiente familiar, o en situación de abandono. Este lunes recalaba en Zamora para ofrecer una conferencia organizada por Unicaja Banco. Su mensaje al auditorio fue claro: “Hay que lanzar un mensaje, y es que la solidaridad es patrimonio de todos, no solo de los que creen, o no creen, o de izquierdas o derechas. Creo que nunca antes en la historia de la humanidad hubo tanta solidaridad como hay ahora. A uno le da gusto vivir en esta sociedad y en estos tiempos, en donde somos tan privilegiados, porque yo creo que cada vez somos más solidarios, cada vez hay más cooperantes, más voluntarios”.
Previamente, el Padre Ángel atendía a los medios de comunicación y respondía sobre las cuestiones que han empezado a surgir con la irrupción en el panorama político de partidos que pretenden poner fronteras para evitar la llegada de los migrantes: “No lo puedo compartir, pero creo que lo de poner fronteras más firmes no tendrá éxito, para eso estamos los que no queremos que se pongan muros o vallas. Hay que respetarles pero no comprenderles. Pedimos a los que quieren poner muros o no quitan las vallas que han prometido que iban a quitar que deben hacerlo”.
En este sentido, mandaba un mensaje a estos dirigentes políticos: “No debemos tirar la toalla, y debemos ponernos como dice el Papa Francisco, en el calzado del otro. Un ministro dijo que si estuviera en un país de esos haría lo imposible por salir, montar en la patera y llegar. Hay que ponerse en el zapato del otro. El mensaje es ese, que se pongan en los zapatos de los demás. Que piensen que qué harían si ellos o sus hijos vivieran en esos países. Seguro que querrían venir a una tierra donde hay comida, un poco de paz, menos muertes, seguridad… Si es por sacar votos los pueden sacar por cuatro años pero luego vendrán otros distintos. Nosotros no estamos para ganar votos, sino para hacer el bien. Y eso es ayudar a los que lo están pasando mal”.
Eso sí, el Padre Ángel es consciente de la dificultad que entraña el reto, por eso apuntaba: “Cada uno hace lo que puede. A la madre Teresa de Calcuta a veces se le acusaba de que lo único que hacía era dar de comer y no daba la caña que había que dar. A nosotros también nos pueden acusar a veces de que casi damos de comer, queremos que los refugiados puedan tomar tierra, y a veces hay que poner los medios más importantes. Hay una aclaración que dice que lo importante es ayudar en los países donde están estos para que no tengan que venir, pero es una utopía. Por eso hay que conformarnos con lo que podemos hacer”. Y es que a juicio del Padre Ángel a veces es preferible poner un parche, antes que no hacer nada: “A veces uno tiene que conformarse con parchear cuando no sabe hacer otra cosa. Lo malo no es los que parcheamos, sino los que pinchan las ruedas”.
Por último, hablaba del mensaje espiritual en esta situación y del poder del evangelio: “El llamamiento espiritual está hecho. Ya el Papa Francisco dijo que era una vergüenza, que era una barbaridad lo que se está haciendo, que mueran tantas personas de hambre. Basta con el evangelio. La Constitución son normas que hemos votado en su día, pero luego a lo mejor vendrán nuestros hijos y votarán otras cosas distintas. No es una disculpa la Constitución, la disculpa es que no se quiere hacer. Para hacer el bien no hace falta cambiar la Constitución”, zanjaba.
El Padre Ángel pide a la sociedad “que se ponga en los zapatos de los demás” con respecto al debate de los migrantes
“El mensaje es ese, que se pongan en los zapatos de los demás. Que piensen que qué harían si ellos o sus hijos vivieran en esos países. Seguro que querrían venir a una tierra donde hay comida, un poco de paz, menos muertes, seguridad…”, explicaba este lunes el fundador de Mensajeros de la Paz en una conferencia organizada por Unicaja Banco.
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