El diputado por Izquierda Unida añade: “Ser elegido por el pueblo o los compañeros para un cargo, supone para mí una tremenda carga moral y un compromiso que has de cumplir lo mejor posible. Quiero ahora poder controlar mis tiempos, mi tiempo. Viajar y leer para aprender mucho. Escribir y recopilar escritos. Relajarse para disfrutar de otras mundos (de estos ya gocé lo mío porque “sarna con gusto no pica” y esto me ha gustado mucho). Y ofrecerme para seguir la lucha pero en otras trincheras. No la institucional”.
Sobre el periodo que tiene por delante, Paco Molina asegura: “Como profesor de Matemáticas, e imbuido en exceso de la lógica, la decisión estaba tomada desde hace dos o tres años. Quiero decir con esto que nada tiene que ver con acontecimientos ni públicos, ni privados, ni semiprivados, posteriores o anteriores. De aquí a Mayo/Julio del 2015 seguiré trabajando a destajo, y haciendo de “liebre” para los compañeros que cojan la antorcha institucional que me tocó llevar”, finaliza.