“Podríamos estar enfrente de la mejor Semana Santa de los últimos años”. Así valoraba Óscar Somoza este lunes los datos turísticos, a falta de cotejarlos definitivamente. Sin embargo, sí que era más concreto comparando este periodo con el año pasado, subrayando que “ha habido una mejora”, sobre todo en el periodo anterior al Jueves Santo, donde la ocupación hotelera rozaba el 80% antes del Miércoles Santo, para a partir de ahí llegar casi al 100%.
Las razones de que los datos sean tan positivos para el presidente de Azehos son “una mejor concililación laboral”, la mejora del turismo interior y, ya centrándose en la provincia, la consolidación de Zamora como destino turístico. “Éramos un lugar de paso, y ahora ya somos un destino en sí mismo, no solo la capital, sino en toda la provincia”.
Las lluvias afectaron a algunas procesiones, sobre todo en el Miércoles Santo. Óscar Somoza reconoce que las precipitaciones “han hecho daño”, sobre todo a las terrazas, pero que el turismo en este periodo “ha sabido recuperarse”.
Azehos le marca a la provincia, de cara al año que viene, el objetivo de llegar al 100% de ocupación desde el comienzo de la Semana Santa, “no solo desde el Miércoles Santo”. Para ello, el presidente cree que hay que saber trasladar también a los visitantes las procesiones como las del Viernes de Dolores, “que son importantes también”.
Antes de Semana Santa, Azehos ya quiso trasladar su preocupación por la celebración del botellón del Jueves Santo, al que calificaba esta mañana de “una barbaridad”. Somoza asegura que este año “había argumentos para eliminarlo, pero las guerras políticas afectaron”, por lo que finalmente salió adelante. No obstante, esa noche llovió, algo que agradecía el presidente. “El sentido común del tiempo hizo lo que no pudieron hacer los políticos, que fue disolver el botellón”.