Treinta y uno de octubre y uno de noviembre, ¿Halloween o Día de los Difuntos? Es cada vez más difícil responder a esta pregunta. Es lógico relacionar la festividad con un inicio en la religión cristiana y por consiguiente de una manera solemne, basada en la vigilia a los difuntos por parte de los familiares. No en vano, existen ciertas ramas dentro de la fe cristiana que consideran esta fiesta como pagana, rechazándola frontalmente.
Para comprender el porqué de la celebración de Halloween hemos de remontarnos a las costumbres celtas. Esta cultura cuya religión consistía de manera casi exclusiva en el culto a la naturaleza dividía el año en dos mitades, coincidiendo con el inicio y el fin de las cosechas. En este caso Halloween sería la celebración del fin de las cosechas o Samhain. Los celtas tenían la creencia de que durante estas fechas los espíritus de los muertos volvían para estar con ellos adoptando las formas que eligieran.
Pero la Iglesia de la mano del Papa Gregorio III tomó la iniciativa de adaptarse a esta tradición ancestral, de tal forma que en el siglo IX convirtió la festividad de Samhain en el Día de Todos los Santos, con la diferencia de que en vez de celebrarse el fin de las cosechas, se adoptó la creencia en la ‘visita’ de los espíritus de los difuntos para rendirles vigilia. Como apunte, comentar que tampoco es un hecho aislado por parte de los primeros papas de la Iglesia el de adaptar tradiciones paganas a las creencias cristianas, no en vano la Noche de San Juan y la Nochebuena se celebran en tal fecha con el fin de hacerlo coincidir con las festividades paganas celebradas durante el Equinoccio de verano y el Solsticio de invierno.
Sin embargo, esta incorporación de las festividades paganas a la tradición cristiana ha acabado con la caída en el pecado de aquellos que siguieran sus tradiciones tal y como las habían heredado. En este sentido, es lógico que haya triunfado la versión americana de Halloween, debido a que su concepción religiosa (mayormente protestante) les obliga a dejar su religiosidad en casa o en el templo llevando a esto, una fiesta de carácter completamente laico.
Aplicando por tanto la historia al pie de la letra, se podría entender que la fiesta de Halloween es efectivamente una tradición plenamente europea, adaptada al Día de los Santos y Difuntos por la Iglesia en el siglo IX. A posteriori, esta tradición pasó con los ingleses a las Trece Colonias, y con el efecto de la globalización y los medios de comunicación nos ha rebotado a Europa.