Como es costumbre, el Día de Difuntos, las autoridades civiles y militares acuden al camposanto, encabezados por el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, para guardar silencio y escuchar la oración del capellán ante las tumbas de los hombres y mujeres fallecidos en estas circunstancias.
El acto ha estado marcado por las restricciones sanitarias actuales debido a la situación de la pandemia. Sin embargo, pese a las condiciones se ha mantenido el carácter emotivo de este acto, aunque la presencia de representantes ha sido menor para garantizar la seguridad.
El acto se desarrolló de forma sencilla y breve. Los representantes civiles y militares participaron en el rezo de un responso por parte del capellán de San Atilano y posteriormente realizaron una ofrenda floral en la zona de tumbas militares y haciendo acto de presencia en los instantes finales del homenaje.
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