"En el caso de un tumor de alto impacto como es el cáncer de pulmón, un análisis reciente liderado por el Institute of Cancer Research de Londres destacó que un retraso de 6 meses en una cirugía y en el segmento de edad en el que normalmente se desarrolla esta enfermedad, entre 60-69 años, aún en fases precoces del tumor, provocaría una reducción de supervivencia estimada del 27 por ciento. La reducción de supervivencia es todavía mayor en fases avanzadas de la enfermedad y podría llegar a ser de hasta el 33,7 por ciento", explica el presidente del GECP y jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro, Mariano Provencio.
Desde el GECP también se apunta como un motivo de incremento de mortalidad los retrasos diagnósticos. Tal y como detalla el doctor Bartomeu Massuti, secretario del Grupo y jefe de Oncología del Hospital General de Alicante, "los retrasos diagnósticos en las enfermedades oncológicas impactan negativamente en los resultados de los tratamientos posteriores".
En este sentido, para el especialista del GECP, "a nivel europeo se ha constatado una reducción de aproximadamente el 20-25 por ciento en la detección de nuevos casos de cáncer, bien por el miedo de los pacientes a visitar los servicios sanitarios, bien por la paralización de algunas áreas de salud por la pandemia, lo que puede provocar que diagnostiquemos casos en estadios más avanzados a partir de ahora".
Por último, desde el GECP destacan que la investigación en cáncer también se ha visto sumamente afectada por la paralización de la inclusión de pacientes en ensayos clínicos, el cierre de centros de investigación, y la reducción de fondos destinados al cáncer para focalizarse en el COVID-19. "Se ha producido la tormenta perfecta, no sólo por el cierre de centros de investigación o la paralización de muchos ensayos, sino por el impacto en la financiación y la reducción de ingresos para la lucha contra el cáncer", argumenta el doctor Massuti.
Por todo ello, desde el GECP consideran necesaria la reactivación de Plan Nacional contra el Cáncer que permita coordinar esfuerzos y evitar desigualdades. "Necesitamos racionalizar recursos manteniendo todos los estándares de calidad, y dedicando respuestas individualizadas para cada tumor", concluye Provencio.