El evento reunió a más de 1.000 investigadores, desarrolladores y financiadores de todo el mundo, que compartieron enfoques y datos en bruto. Todos los principales institutos de investigación que realizaban ensayos compartieron sus datos con el objetivo a acelerar el descubrimiento científico y la aplicación de soluciones. En la reunión, se hizo un balance de la evolución de la ciencia en relación con el COVID-19, así como examinar los progresos realizados hasta la fecha en la elaboración de instrumentos de salud eficaces para mejorar la respuesta mundial a la pandemia.
El grupo examinó los datos más recientes del ensayo 'Solidarity' de la OMS y otros ensayos terminados y en curso sobre posibles terapias: hidroxicloroquina, lopinavir/ritonavir, remdesivir y dexametasona. Convinieron en la necesidad de realizar más ensayos para probar los antivirales, los medicamentos inmunomoduladores y los agentes antitrombóticos, así como las terapias combinadas, en diferentes etapas de la enfermedad.
En la reunión, se analizaron 15 diseños de ensayos de vacunas de diferentes desarrolladores, y los criterios para realizar ensayos sólidos para evaluar la seguridad y la eficacia de las vacunas candidatas. Los participantes debatieron el uso de un diseño de ensayo adaptativo mundial y multinacional y criterios claros para hacer avanzar a los candidatos a través de las diversas etapas de los ensayos.
Asimismo, apuntaron que la mayoría de los proyectos de investigación financiados internacionalmente han favorecido hasta ahora a los países de altos ingresos, y que muy pocos se han financiado en países de ingresos bajos y medios, lo que pone de relieve la importancia de la iniciativa 'Open Accelerator' para acelerar el desarrollo y el despliegue equitativo de los instrumentos de COVID-19.