Comienza la cuenta atrás, una frase que se ha repetido en numerosas ocasiones en referencia a las obras de restauración del Puente de Piedra en Zamora. Un cronómetro que, cuando llega a cero, vuelve a activarse.
Está siendo un dolor de muelas, un constante dolor de cabeza tanto para los zamoranos como para las instituciones. El momento de la reapertura, con toda la remodelación culminada, no llega. Resta una semana para alcanzar la fecha prevista para su apertura. El Ayuntamiento estableció el 17 de enero como la nueva fecha límite para que la empresa constructora completara las obras pendientes, y todo indica que las obras se prolongarán.
Cuando en octubre de 2023 comenzaron las obras en la icónica estructura, nadie se imaginó que tal remodelación conllevaría tantos dolores de cabeza. Las actuaciones deberían haber finalizado el pasado agosto, pero ese plazo no se cumplió, y el Consistorio se vio obligado a conceder una prórroga de cinco meses, aunque sin agravantes económicos.
Sin embargo, si la empresa constructora se retrasa más allá del 17 de enero, se enfrentará a multas de hasta 600 euros por día de demora, lo que podría suponer más de 100.000 euros en sanciones acumuladas.
El presupuesto del proyecto destinado a la mejora y modernización del Puente de Piedra es de 1,5 millones de euros. En lo que respecta a su 'rejuvenecimieto', la nueva estructura de arenisca que sustituye las viejas barandillas en el pretil ya está instalada, una mejora que dota al puente de una mayor estética, alineándola con su diseño original.
El pretil, de 40 centímetros de ancho y 1,10 metros de altura, recorre la totalidad del puente, ofreciendo mayor seguridad y estética. Este pretil de arenisca se ajusta mejor al valor histórico de la infraestructura.
Además, se dotará a la infraestructura de un moderno sistema de iluminación integrado con luces LED empotradas en el propio pretil. Estas se distribuirán cada 2,5 metros, lo que garantiza una iluminación más eficiente y acorde con la modernización de la infraestructura. Ya se ha instalado también un nuevo sistema de drenaje que incluye sumideros y desagües horizontales, lo que permite un mejor manejo del agua de lluvia y contribuye a la durabilidad del puente.
Junto a estas intervenciones, hay que añadir que la calzada también rejuvenecerá, ya que estará pavimentada con losas de granito y adoquines de cuarcita de diferentes formas y tamaños para resaltar su majestuosidad.
La Semana Santa 2025 pendiente de todo lo que sucede en el Puente de Piedra
Esta estructura, considerada como uno de los principales iconos del patrimonio de Zamora, ha sido testigo de algunos de los momentos más emotivos de las celebraciones religiosas, como los pasos de la Virgen de la Esperanza y el Vía Crucis. El Puente de Piedra no es solo un elemento arquitectónico, sino una pieza fundamental en la identidad de la Semana Santa zamorana, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Durante años, este puente ha sido parte importante del recorrido de las cofradías, como la del Vía Crucis, que cruza el Puente de Piedra cada Martes Santo en su camino hacia la iglesia de San Frontis.
Fue una desolación que las cofradías de la Semana Santa zamorana no pudieran discurrir por esta emblemática infraestructura. Ante ello, la precesión se desvió por el Puente de los Poetas, alterando la tradición y recorrido habitual.
Otro de los momentos más destacados de la Semana Santa es el paso de la Virgen de la Esperanza, en la procesión del Jueves Santo, que también transita por el puente. Este paso solemne por el Puente de Piedra ha sido siempre uno de los más emotivos, sumando un importante componente simbólico.
Los zamoranos mantienen la llama de la ilusión para este 2025 a fin de recuperar su entrañable Puente de Piedra con un renovado aspecto, cuya fecha de finalización exacta se desconoce.
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