Estas notas pueden subrayar algunas de las cualidades y preocupaciones que el obispo, Gregorio Martínez Sacristán, ha mantenido a lo largo de sus doce años de apostolado.
Sencillez
El prelado zamorano destacó por su cercanía, realismo y gran sentimiento de humildad. Martínez Sacristán siempre mantuvo su preocupación por las tareas diarias más cotidianas, huyendo de los grandes fastos y reconocimientos públicos.
En este sentido, el obispo manifestó en numerosas ocasiones su alegría en el trato directo con la gente. Particularmente disfrutó de manera muy especial durante las visitas pastorales. En el ámbito rural quiso estar siempre presente, convencido de que era allí, entre la gente sencilla, donde tenía que estar como pastor.
El prelado tuvo oportunidad de visitar la mayor parte de los arciprestazgos de la Diócesis de Zamora. En los últimos meses, y a veces con las fuerzas justas por su frágil estado de salud, realizó la visita pastoral al arciprestazgo de Benavente-Tierra de Campos donde mantuvo reuniones de trabajo con todo tipo de realidades humanas y cristianas mostrando su interés por cada una de ellas.
Arraigado en Zamora
Gregorio Martínez Sacristán manifestó en público, pero también en privado, su amor hacia la tierra zamorana en la que se sentía como en la suya propia.
A pesar de haber nacido fuera de la provincia, consiguió enraizar en esta tierra donde estrechó lazos con todas las realidades, aunque siempre mostró un especial afecto hacia los más desfavorecidos, potenciando en este sentido a Cáritas Diocesana como institución eclesial al servicio de la dignidad humana.
Agradecido a los colaboradores
Uno de los aspectos más destacados que su equipo de gobierno subraya de él es el aprecio extraordinario hacia todos los colaboradores pastorales. No escatimaba en halagos y agradecimientos, cada vez que tenía oportunidad, hacia todas las personas que dedicaban tiempo y esfuerzo en las diferentes tareas diocesanas. Fueran compromisos de mayor o menor entidad, el obispo supo agradecer la generosidad de los agentes pastorales en la tarea compartida de la evangelización: catequistas, voluntarios, movimientos, asociaciones religiosas, agentes de Cáritas Diocesana y otros muchos estuvieron siempre en el corazón de nuestro pastor.
En los últimos tiempos –consciente de la creciente secularización de la sociedad- animaba con vigor a los sacerdotes y religiosas en la realización de sus tareas cotidianas en orden a una mejor y más cuidada evangelización.
Objetivo Pastoral Diocesano
En cuanto al gobierno de la Diócesis, una de las tareas en la que más empeño empleaba el obispo era en el diseño del Objetivo Pastoral Diocesano. Instituyó un procedimiento de trabajo que implicaba no solo a los sacerdotes sino a todo el pueblo de Dios. En la puesta en marcha de este plan director ocupó buena parte de su tiempo al inicio de cada curso pastoral.
Hay que destacar que el Objetivo Pastoral Diocesano es el pilar sobre el que pivotan todas las actividades que se desarrollan en la Diócesis y de todas las realidades existentes.
Catequesis
Martínez Sacristán despuntaba, ya en su etapa como sacerdote en Madrid, en el área de la Catequesis. Posiblemente sus estudios en París sobre esta materia le capacitaron para desarrollar este ámbito pastoral de forma brillante y reconocida también fuera de nuestra Diócesis.
Religiosidad Popular
Nunca fue ajeno a la importancia que tiene la Religiosidad Popular y las cofradías en nuestra Diócesis. No fueron pocas las ocasiones en las que cuidó y preservó la esencia misma de la Religiosidad Popular y sus raíces cristianas. Tanto en Zamora capital como en los pueblos, las cofradías han tenido un peso específico en el mantenimiento de esta fe popular.
Educación
Destacó durante aproximadamente una década como el responsable de los obispos de la Región para asuntos de enseñanza, siendo el interlocutor directo con diferentes consejeros de educación de la comunidad autónoma. Particularmente se significó en la defensa de la asignatura de religión como un derecho fundamental de las familias, asunto al que le dedicó numerosas intervenciones y reflexiones en foros de ámbito local y regional.
Seminario
En una época de carestía de sacerdotes, el obispo siempre apostó por el Seminario como espacio de promoción vocacional. Muchas han sido las diócesis que han tenido que prescindir del seminario menor como centro educativo, pero su experiencia personal en Madrid le hizo defender y promocionar con entusiasmo el modelo educativo de seminario que hoy tenemos en San Atilano. El hecho de que su capilla ardiente esté instalada en la iglesia de San Andrés es un homenaje al cariño que siempre manifestó a la comunidad educativa del seminario al que consideraba el corazón de la diócesis.
Cultura
Demostró su preocupación por la cultura apoyando iniciativas concretas de promoción del patrimonio religioso, particularmente la puesta en marcha del Museo Diocesano que da valor a la ciudad y propone un verdadero itinerario pedagógico a sus visitantes.
Hay que recordar que la capilla ardiente estará instalada en la iglesia de San Andrés a partir de mañana domingo, desde las 11:00 de la mañana hasta las 23:00 horas en horario ininterrumpido.
El lunes 23 de septiembre se celebrará la misa exequial en la S.I. Catedral a las 12:00 horas y será presidida por D. Ricardo Blázquez, arzobispo metropolitano y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Previamente el cuerpo será portado a hombros desde la iglesia de San Ildefonso donde se rezará un responso a las 11:30 horas.
Tras la celebración de la misa se procederá al enterramiento del obispo en el trascoro de la Catedral.
La obra del obispo Gregorio Martínez en Zamora
Desde el Obispado de Zamora, tras el triste y luctuoso acontecimiento sucedido el viernes con el fallecimiento del prelado, trasladaban en las últimas horas a la comunidad cristiana y a la ciudadanía en general su más sincero agradecimiento por las innumerables muestras de condolencia recibidas.
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