“Agradezco, en nombre de D. Gregorio y en el mío propio, las atenciones recibidas y las muestras de afecto que, tanto el personal sanitario de Zamora como el de Salamanca, han tenido con él, en la larga espera de preparación para la operación, en el desarrollo de la misma y en el posterior post-operatorio”, explica el vicario general en un comunicado.
Además añade: “Gracias, también, a toda la comunidad diocesana de Zamora por las oraciones e interés que ha mostrado por la salud de su Obispo y su pronta recuperación. Gracias a los Srs. Obispos de la Conferencia Episcopal Española que, desde que han tenido conocimiento de la intervención, se han interesado por su salud y, muchos de ellos, han solicitado oraciones por ésta a los fieles de sus Diócesis. Y gracias a todos los que, por una u otra razón, han seguido el proceso con preocupación y esperanza”.
Por último, el vicario general finaliza el comunicado: “Ponemos en manos del Señor la pronta recuperación total de D. Gregorio, y así se lo pedimos; y respetamos el protocolo impuesto por prescripción médica para su convalecencia; en el deseo y la espera de que, paulatinamente, se vaya incorporando a su tarea de pastor de esta Iglesia de Zamora. A él, ganas no le faltan”.