El derribo del número once de la avenida de la Feria ha recibido el visto bueno de Patrimonio así como el de supervisión de proyectos por lo que comienza ahora su cuenta atrás para liberar otros 25 metros de muralla. Esta edificación de cuatro plantas y ocho viviendas ha sido la piedra en el zapato del Ayuntamiento dentro del ambicioso proyecto de despeje del baluarte zamorano.
Pese a que el anterior equipo de Gobierno diese comienzo al proceso de expropiación, ha sido en esta legislatura cuando se ha conseguido llegar a un acuerdo con los propietarios que ha desembocado en la aprobación del proyecto en la Junta de Gobierno Local de este martes.
Comenzará ahora el proceso de licitación en las próximas semanas y, atendiendo a los plazos, se espera que sea adjudicada antes de finales de año "culminando así el derribo estrella de todo el mandato" tal y como ha destacado Francisco Guarido asegurando que sería "un éxito adjudicarlo antes de finales de año".
Una vez adjudicado el proyecto tiene un plazo de ejecución de dos meses por lo que la muralla podría lucir 25 metros más de cara a 2019. El derribo tendrá un coste de 170.000 euros y será el que más residuos genere debido a las dimensiones del edificio.
La intervención tendrá un seguimiento arqueológico, al igual que el resto de intervenciones, y se sumará al derribo de bajada de San Martín dos, que terminará con "la puesta en valor de la muralla zamorana para los turistas y para los propios zamoranos que podrán disfrutar de las nuevas vistas de la muralla".