El Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Zamora ha conmemorado en la mañana de este viernes la Fiesta Patronal de San Ildefonso para dar la bienvenida a los nuevos colegiados, así como la imposición de las insignias a los que han cumplido 25 años de ejercicio profesional.
Tras la Santa Misa en la Iglesia de San Vicente, en sufragio de los colegiados fallecidos, se ha celebrado el acto solemne en el salón de Plenos de la Diputación de Zamora bajo la presidencia de Julio Sanz Orejudo, presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León.
Los distinguidos por sus más de dos décadas de dedicación y compromiso con su ejercicio profesional fueron: Doña Carmen Juanes Cacho, Don Isidoro Barba Santiago, Doña Palmira Antón Escudero, Don Miguel Piorno Brioso, Don Santiago González Recio y Doña Inmaculada Benítez Gutiérrez.
La ceremonia, cargada de orgullo y reconocimiento, dio paso a la bienvenida a los nuevos colegiados en su nuevo camino en la capital zamorana. Con rostros emotivos y con los nervios de quien se adentra en la profesión de su vida, los dos nuevos abogados estrecharon la mano a la mesa que presidió el acto.
La decana del Colegio de Abogados de Zamora expresó el sentir del gremio en la provincia. En su discurso, ha destacado la urgente necesidad de fortalecer y mejorar los recursos del sector. “Necesitamos medios y dotación de recursos humanos”, ha sostenido y ha hecho énfasis en la escasez de personal.
Subrayó la necesidad de reconocer “la dignidad de la abogacía” y demanda que todos los abogados tengan derecho a una baja. Señaló que el turno de oficio debe ser “bien retribuido y con los medios necesarios”. “Tenemos un compañero de guardia solo en Zamora para la violencia de género. No recibe ni un céntimo por su disponibilidad, y si no hay ninguna asistencia, ese compañero que emplea el tiempo no ve retribuida su disponibilidad”, apuntó.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios