La investigación, publicada en 'The American Journal of Clinical Nutrition', analizó 28 estudios de siete países que exploraron la relación entre los niños que beben leche de vaca y el riesgo de sobrepeso u obesidad. Ninguno de los estudios, en el que participaron un total de casi 21.000 niños de entre 1 y 18 años, mostró que los niños que bebían leche baja en grasa tenían un menor riesgo de sobrepeso u obesidad. Por el contrario, 18 de los 28 estudios sugirieron que los niños que bebían leche entera tenían menos probabilidades de tener sobrepeso u obesidad.
Los hallazgos desafían las pautas internacionales que recomiendan que los niños consuman leche de vaca baja en grasa en lugar de leche entera a partir de los dos años para reducir el riesgo de obesidad. "La mayoría de los niños en Canadá y Estados Unidos consumen leche de vaca a diario y es un importante contribuyente de grasa en la dieta para muchos niños --explica el doctor Jonathon Maguire, autor principal de la revisión y pediatra en St. Michael's. Hospital--. En nuestra revisión, los niños que siguieron la recomendación actual de cambiar a leche baja en grasa a los dos años no eran más delgados que los que consumían leche entera".
El doctor Maguire, que también es investigador en el Centro MAP para Soluciones de Salud Urbana, espera establecer la causa y el efecto de la leche entera y reducir el riesgo de obesidad en un ensayo controlado aleatorio. "Un ensayo controlado aleatorio ayudaría a establecer causa y efecto, pero no se encontró ninguno en la literatura", lamenta.