La estación de autobuses de Zamora "necesita un lavado de cara urgente", es el comentario unánime entre los jóvenes que regresan a la ciudad en Semana Santa. Muchos de ellos, tras llegar a la estación, se sorprenden por el mal estado de las instalaciones y lo comparan con las modernas terminales de otras ciudades desde las que partieron.
La imagen que ofrece actualmente la estación —con goteras, suciedad, pintadas, locales cerrados y sin cafetería— genera una impresión negativa que los recién llegados no dudan en compartir en redes sociales, a menudo acompañada de selfis con comentarios irónicos. En la entrada, colchones, mantas y bolsas de personas que pernoctan allí refuerzan la sensación de abandono.
Estos visitantes, en su mayoría ajenos a la política local, desconocen que diversos colectivos llevan tiempo reclamando una reforma integral. Tampoco saben que la Junta de Castilla y León ha reconocido que la de Zamora es la estación más abandonada de toda la comunidad y, además, la única que inicialmente no iba a ser modernizada.
La formación política Ahora Decide ha recordado que, aunque la Junta se comprometió a realizar una importante inversión para su remodelación, aún no ha fijado ninguna fecha concreta. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Zamora es el responsable del mantenimiento diario, la limpieza y la gestión del entorno.
En cuanto a la situación de las personas sin hogar que duermen en la entrada, los servicios sociales del Ayuntamiento tienen la responsabilidad de intervenir, con apoyo de las fuerzas de seguridad para hacer seguimiento a esta problemática social en crecimiento.
Desde Ahora Decide exigen una actuación urgente por parte del consistorio zamorano: “La estación de autobuses debe ofrecer una imagen digna y acorde con una ciudad que aspira a atraer visitantes y ofrecer servicios públicos de calidad”.
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