Castilla y León se convertirá este jueves en la sede nacional de la epilepsia infantil con la celebración de una jornada monográfica sobre esta enfermedad a la que acudirán más de 200 profesionales sanitarios que vendrán de diversos puntos del país. Concretamente, los inscritos proceden de once comunidades autónomas: Castilla y León, Asturias, Madrid, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Comunidad Valenciana, Cataluña, Extremadura y Castilla-La Mancha.
El evento, pionero en la Comunidad, tendrá lugar en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid y nace con la intención de incrementar la visibilidad de esta enfermedad, al tiempo que ofrece la oportunidad de presentar novedades y actualizar conocimientos sobre la materia a todos los profesionales sanitarios implicados en su diagnóstico y tratamiento que trabajan, principalmente, en los servicios de pediatría, neurología, neurofisiología, radiodiagnóstico y urgencias. Para ello, se contará con una docena de ponentes expertos que desarrollan su labor en los hospitales de Castilla y León, Asturias y Madrid.
La epilepsia es una compleja patología neurológica que se define por la aparición de una actividad eléctrica anormal en las neuronas de la corteza cerebral que provoca crisis de diferentes tipos (convulsiones, ausencias, entre otras). En la Comunidad se diagnosticó esta enfermedad a un total de 15.430 personas en 2017. Esta cifra se dividió del siguiente modo entre las nueve provincias: 1.183 en Ávila, 2.260 en Burgos, 3.058 en León, 1.016 en Palencia, 2.189 en Salamanca, 912 en Segovia, 612 en Soria, 3.092 en Valladolid y 1.108 en Zamora.
Estas cifras indican que este es uno de los trastornos neurológicos crónicos más frecuentes y está compuesto por muchos síndromes epilépticos distintos que se clasifican en función de los factores desencadenantes, el tipo de manifestaciones que causan y la edad de presentación de los síntomas, por lo que la vertiente pediátrica de la enfermedad es una parte fundamental del estudio y abordaje de la misma.
El hecho de que durante la infancia el cerebro se encuentre en pleno desarrollo es una característica que propicia la aparición de estos síndromes epilépticos. En la edad pediátrica, por tanto, existe una mayor variedad en los tipos de crisis que en la edad adulta, a lo que hay que añadir que los tratamientos para estos pacientes también son distintos, ya que deben ajustarse al peso del paciente y a las formas de administración que pueden ser más viables para los niños. Y todo esto hace que la formación específica de los profesionales sanitarios en epilepsia infantil sea fundamental.
En Castilla y León se diagnosticó esta patología a 1.089 niños de entre 0 y 14 años el año pasado. Los casos se distribuyeron del siguiente modo: 81 en Ávila, 166 en Burgos, 188 en León, 83 en Palencia, 155 en Salamanca, 77 en Segovia, 46 en Soria, 223 en Valladolid y 70 en Zamora.
La jornada que se celebra mañana cuenta con el aval científico y el apoyo de diversas sociedades científicas nacionales: la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP), la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León (SCCALP), Asociación de Neuropediatría de Castilla y León (ANEPCYL) y el soporte del Instituto de Estudios en Ciencias de la Salud de Castilla y León (IECSCYL).
Entre los temas que se abordarán destacan la importancia de un buen diagnóstico clínico de las crisis y el tipo de epilepsia, los métodos diagnósticos complementarios (tales como el electroencefalograma, la neuroimagen o la genética), los diferentes tratamientos farmacológicos existentes para la epilepsia en edad infantil y otros tratamientos no farmacológicos (como, por ejemplo, la dieta cetogénica, la neuroestimulación o la cirugía). La formación combinará las charlas teóricas con la puesta en marcha de casos clínicos interactivos que permitan aplicar a la práctica los conocimientos adquiridos.