Desde que el gobierno decretara el estado de alarma por coronavirus el teletrabajo se impuso como la solución ante el cierre temporal de muchas empresas. Durante más de tres meses los trabajadores y trabajadoras de varias compañías se amoldaron a esta nueva modalidad de trabajo. Sin embargo, todavía hoy la mayoría de esas personas sigue teletrabajando desde sus casas y, con toda probabilidad, seguirán haciéndolo hasta final de año. Con este panorama, y ante el miedo a otro posible confinamiento, muchos de ellos se han planteado la posibilidad de alquilar una casa rural en un pueblo cercano a su ciudad para seguir con el trabajo a distancia. ¿El motivo? Poder disfrutar de una vivienda con más metros, terraza o jardín y vistas a la montaña, además a la tranquilidad de vivir en el campo durante un tiempo.
Según un informe de Club Rural, en el mes de septiembre las solicitudes de reserva prácticamente se han duplicado en comparación con el año anterior. Además, “existe un creciente interés por los alquileres de larga temporada en zonas rurales cercanas a grandes ciudades como Madrid o Barcelona” afirma Aroa Salazar, responsable de comunicación de Clubrural. En general, “buscan lugares con un paisaje idílico, pueblos de pocos habitantes, con servicios básicos y, por supuesto, con una buena conexión a Internet para estar conectados”, concluye.
Para el próximo mes de octubre Cataluña lidera el ranking con más de un 25% de solicitudes de reserva, subiendo de posición respecto al mismo mes del año anterior. Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha pasado de recibir un 12% de peticiones de reserva a más de un 14% en este mes de septiembre. Otras de las comunidades al alza son Andalucía (14,5%), Castilla y León (12%) y Castilla La Mancha (9%).
En cuanto a los pueblos con más demanda para los meses de septiembre y octubre son Cobisa (Toledo), Sant Pere de Vilamajor (Barcelona), El Berreuco (Madrid), Robledo de Chavela (Madrid), Sils (Barcelona) o Mataelpino (Madrid). Todos ellos situados a menos de una hora de Madrid o Barcelona.
Estos datos revelan un posible cambio de paradigma a corto-medio plazo respecto al turismo rural tal y como lo entendemos actualmente. Para muchos el Covid-19 les ha traído la posibilidad real de teletrabajar durante toda la semana o disminuir considerablemente su presencia física en la oficina. Lo que ha generado que el ‘workation’ o lo que es lo mismo ''trabajo y vacaciones‟ esté en pleno auge.