"Condenamos enérgicamente los últimos casos y nos mostramos muy preocupados por el aumento de situaciones de agresividad hacia el personal sanitario. Esto puede deberse, en parte, a la elevada presión asistencial y la falta de recursos, problemas que se agudizan durante la época estival. Solicitamos que se tomen medidas ejemplares al respecto en el ámbito jurídico, legislativo y laboral, y se dote a los centros sanitarios de suficientes recursos, medidas y personal de seguridad", piden en un comunicado.
Desde la SEMG apuntan que para acabar con esta lacra es necesario, por un lado, sensibilizar a toda la sociedad a través de campañas de información para hacer más visible este problema y, por otro, concienciar a los propios profesionales para que denuncien todas las agresiones.
Los médicos de Familia recuerdan que, aunque las amenazas suelen ser el tipo de agresión más frecuente en el ámbito sanitario, tienen consecuencias psicológicas y laborales sobre los profesionales, quienes denuncian solo el 61 por ciento de las agresiones sufridas.
"Para acabar con este tipo de episodios, es vital cooperar coordinadamente con las Administraciones públicas (consejerías de Salud, Ministerio del Interior y Cuerpos de Seguridad del Estado) y que los distintos servicios de salud autonómicos apoyen siempre a los profesionales; establezcan protocolos, estrategias de abordaje y control ante conductas hostiles; e impartan formación en técnicas y habilidades de comunicación", aseguran.