En el trabajo, que va a ser publicado en enero en la revista 'Ophthalmic & Physiological Optics', se midió la tasa de eventos adversos (EA) en niños a los que se les recetaron lentillas antes de cumplir los 13 años. Asimismo, un panel de expertos revisó de forma independiente las historias clínicas de las visitas al médico por posibles EA para determinar un diagnóstico de consenso.
Así, los investigadores encontraron que la tasa de incidencia anualizada de eventos inflamatorios fue de menos del 1 por ciento al año de uso. La mayoría de los eventos fueron conjuntivitis o abrasiones por cuerpo extraño, reflejo de esta población joven.
Además, encontraron una tasa más baja de queratitis microbiana, con un intervalo de confianza más estricto que otros estudios pediátricos posteriores al mercado, lo que ofrece tranquilidad a los médicos y padres de niños con respecto a la seguridad del uso de lentillas en esta población.
"Los profesionales apreciarán el hecho de que el estudio incluyó una variedad de tipos y ubicaciones de consultas oftalmológicas y una variedad de marcas, modalidades y diseños de lentillas. Los padres deben tener aún más confianza al aprovechar los beneficios de un enfoque basado en lentillas para la miopía sabiendo que el estudio evaluó la seguridad de las lentes de contacto en niños del mismo rango de edad que el suyo", han zanjado los expertos.