El Grupo Popular ha presentado en el Senado una Proposiciónde Ley que modifica el artículo 72 de la Ley Orgánica General Penitenciaria,cuyo objetivo es cambiar los requisitos exigidos para la clasificación oprogresión al tercer grado para las personas condenadas por delitos deterrorismo.
En la defensa de la PL, ha intervenido FernandoMartínez-Maillo, quién ha recordado que, para el pase al tercer grado decondenados por delitos de terrorismo, según el Código Penal, el condenado debemostrar signos inequívocos de haber abandonado los fines y los mediosterroristas; haber colaborado activamente con las autoridades para impedirotros delitos; repudiar sus actividades delictivas, abandonar la violencia yestar desvinculado de la organización terrorista.
Para el portavoz de Interior del GPP, la redacción de esteartículo está dando lugar a interpretar la expresión “autoridades”, como “uncoladero por dónde un gobierno, necesitado de apoyos políticamente legítimos,pero éticamente reprochables, concede privilegios a etarras condenados pordelitos graves”.
“Esta reforma-afirmaba Maillo- no debería realizarse si tuviéramos un gobierno quetransitara por la decencia y la ética democráticas, y no se dejara apoyar poraquellos que siguen sin condenar los asesinatos de la banda terrorista”.
PRIVILEGIOS SIN ARREPENTIMIENTO
El senador Martinez-Maillo ha defendido, en su intervención,que la inclusión de la expresión “autoridades judiciales y policiales, evitaráque, para obtener el tercer grado, se dé una colaboración efectiva y real conlas autoridades policiales y judiciales, que posibilite el esclarecimiento delos delitos y acabe la impunidad.
En este sentido, ha denunciado que el ministerio delInterior y el gobierno, “están utilizando este resquicio para culminar una delas inmoralidades que un gobierno puede realizar: dar privilegios a terroristasque no se hayan arrepentido, con la única finalidad de seguir en el poder”.
Para el GPP, esta PL está basada en dos principios: dignidady justicia. Dignidad con las víctimas del terrorismo que todavía no saben quiénasesino a su marido, padre…y, justicia porque no puede haber arrepentimientosin perdón, sin cooperación y sin aflicción. “Colaborar activamente con lasautoridades no puede ser un mero trámite” ha dicho Maillo y ha tildado de“inmoral abyecto reprochable y éticamente asqueroso”, lo que está haciendo elgobierno.
“Las víctimas -ha dicho Maillo- renunciaron a la venganza ysólo claman por justicia” y ha preguntado “¿Es mucho pedir que los terroristasde ETA que todavía están en le calle, porque no se han resuelto sus asesinatos,se les condene y vayan a la cárcel?
ESTRATEGIA DEDSIPERSIÓN
“Desde que llegó al poder este Gobierno, se ha enterrado laestrategia de dispersión de los presos de ETA”, según el portavoz popular y haconcretado que “la decisión política de este gobierno es el acercamiento masivode presos de ETA a cárceles próximas al País vasco y el otorgamiento debeneficios penitenciarios bajo la apariencia de decisiones individuales. “Loscriterios del Ministerio son: la existencia o no de delitos de sangre; laduración de la condena; el tiempo extinguido; la conducta penitenciaria delinterno en prisión y la aceptación de la legalidad penitenciaria” y hadenunciado que, en pleno estado de alarma, se han tramitado beneficios penitenciariospara 9 reclusos de la banda terrorista ETA.
Fernando Martínez Maillo ha explicado que, con este Gobiernodesde 2018 se han acercado casi 50 etarras, de los más de 230 presos de laorganización terrorista ETA (siete se les ha concedido distintos beneficiospenitenciarios, entre ellos la semilibertad y ha recordado que el ministroMarlaska, en su comparecencia del 21 de febrero, ya reconoció 20 traslados acárceles cercanas al País Vasco y dos a prisiones vascas por progresión altercer grado, algunos incluso con delitos de sangre.
“En pleno estado de alarma, se han tramitado beneficiospenitenciarios para 9 reclusos de la banda terrorista ETA” ha concretado Mailloy relatado el nombre de los etarras que han obtenido beneficios así como lostraslados de los que se han favorecido.