La Asociación para el Tratamiento y la Rehabilitación del Alcoholismo, además, ante el cada vez más alarmante problema con el alcohol de los jóvenes, ha querido hacer un llamamiento ante los posibles botellones que se pueden llevar a cabo tras el término de las pruebas de acceso a la universidad.
Según destacan, estos botellones, además, se caracterizan por episodios de ingesta desmesurada que suponen un grave riesgo "y que parece que hemos asumido sin tapujos”, ha señalado el psiquiatra, fundador y director técnico de CETRAS – entidad que integra a ATRA - , Blas Bombín.
De hecho, el nuevo perfil del bebedor se trata de un joven que consume alcohol durante los fines de semana de manera desenfrenada con el objetivo, en grandes ocasiones, de emborracharse. "Ha variado la forma de alcoholización, pasando del modelo mediterráneo de beber social a un modelo anglosajón, en el que los usuarios buscan no el fomento de la relación social, como el mediterráneo, sino la embriaguez pura y dura”, insisten.
Y es que comenzar a beber alcohol desde edades tempranas supone un perjuicio para el desarrollo de los adolescentes, con repercusiones físicas, psíquicas y sociales, así como un alto riesgo de desarrollar una adicción, como aseguran, que muchas veces se solapan con otras adicciones.
En cuanto al mundo terapéutico del alcohol han surgido nuevas formas de adicción, con incremento notable de la modalidad intermitente de alcoholismo, “cuyas repercusiones tóxicas son más graves sobre el cerebro que sobre el hígado, más afectado por la modalidad diaria” ha explicado el director técnico de CETRAS, Blas Bombín.