Tal y como ha indicado durante la presentación, los libreros presentarán una denuncia administrativa contra la campaña que está en vigor actualmente y que ofrece un 25 por ciento de descuento en "una relación limitada de títulos". Además, están estudiando los siguientes pasos a dar.
En concreto, la campaña a la que hace referencia CEGAL comenzó el pasado 6 de noviembre y se mantendrá hasta el 2 de diciembre, con descuentos del 25 por ciento en una selección de libros "exclusivamente a libros vendidos por Amazon" y "publicados hace más de dos años y ofertados durante seis meses".
Para los libreros, esta campaña "no es legal" y se atiene a un punto de la Ley del Libro que, a su juicio, "está hecho para otros casos", en los que la librería tiene "muy pocos ejemplares de algún libro que tiene en existencias", de cuya última edición han pasado dos años y que ha estado en exposición durante seis meses.
En concreto, el artículo 10 de la Ley del Libro de 2007 señala que "el librero o detallista podrá aplicar precios inferiores al de venta al público a los libros editados o importados transcurridos dos años desde la última edición siempre que hayan sido ofertados por los mismos durante un período mínimo de seis meses". Tal y como indica, "la oferta y exposición de estos libros deberá realizarse separada y suficientemente indicada de la de los libros sujetos a precio fijo".
El director técnico de CEGAL ha reconocido que la actual ley, aprobada en 2007, data de un momento en el que "el peso de las grandes plataformas tecnológicas era otro" y "la venta por internet era otra cosa". En este sentido, ha reconocido que "necesita una adaptación o sencillamente que haya una aclaración o planteamiento desde el punto de vista jurídico que garantice que responde al espíritu de la ley lo que se puede realizar desde las librerías, físicas u on line".
Por su parte, la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Begoña Cerro Prada, ha señalado que abordarán este tema "con prudencia" y "mucho consenso" porque la Ley del Libro contempla "una serie de supuestos de exclusión del precio fijo". "A priori parece que todo se ha respetado", ha afirmado.