La fiesta de Halloween ha ido ganando terreno en Castilla y León, y hoy en día es raro el colegio, la localidad o el grupo de amigos que no celebran esta tradición con disfraces perfectamente elaborados, en los que las lentillas de colores y con efectos especiales se han vuelto imprescindibles. Tanto si vas de zombi o de vampiro como de diablo, de bruja o de cualquier otro personaje siniestro, las lentes de contacto son una solución perfecta para lograr un completo look en la llamada noche de los muertos, que se celebra el 31 de octubre.
Sin embargo, esta pasión por la estética puede convertirse en un serio problema de salud visual si no se acude al profesional adecuado, porque las lentillas son un producto sanitario que debe adquirirse en un establecimiento oficial homologado y bajo la supervisión de un óptico-optometrista.
"Es fundamental saber que estamos hablando de una lente en contacto con nuestros ojos, lo que requiere una adaptación individualizada para evitar posibles daños visuales, en algunos casos de difícil solución", asegura Inmaculada Aparicio, decana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL), del que forman parte medio centenar de profesionales de la provincia de Zamora. Mucho más teniendo en cuenta que este riesgo es perfectamente evitable “acudiendo a un centro sanitario de óptica, donde los profesionales adaptarán, aconsejarán y ofrecerán las pautas adecuadas para el uso de estas lentes cosméticas", añade.
Sin embargo, la moda en el uso de lentillas de colores, de forma especial en fiestas como Halloween, ha hecho que se puedan adquirir fácilmente y sin ningún tipo de control en bazares, centros de belleza y otros establecimientos no autorizados, un fácil acceso al que también contribuye el auge imparable de las compras a través de internet. Pero aunque puedan parecer productos inocuos y festivos, los usuarios deben entender que son productos sanitarios y que, sin la adaptación adecuada por parte de un óptico-optometrista, estas lentes podrían ser incompatibles con la fisiología corneal del usuario y dañar seriamente sus ojos y su visión.
Así, cuando la lentilla no es la adecuada para el globo ocular se pueden producir problemas de oxigenación (hipoxia) y daños en la córnea que podrían derivar en úlceras. Pero también pueden darse casos de conjuntivitis, inflamación o reacción alérgica, de forma especial, en el caso de los más pequeños, para quienes no es aconsejable el uso de lentes cosméticas.
Además, según se informa desde COOCYL, es igualmente importante extremar las precauciones en el proceso de uso y seguir las normas de higiene y manipulación que le aconseje el profesional óptico-optometrista, así como llevar el control en torno a cuántas horas seguidas se pueden usar y acudir a las lágrimas artificiales si se tiene sensación de sequedad.
Con todo, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) resume en cinco puntos las claves que los usuarios de lentes de contacto deben tener en cuenta, recomendaciones que también son válidas en el caso de las lentillas cosméticas para completar el disfraz de Halloween, una vez adquiridas en un centro sanitario especializado:
1. Higiene. Es aconsejable lavarse y secarse bien las manos antes de manipularlas.
2. Siempre limpias. Limpia las lentes de contacto de manera cuidadosa y con regularidad, siguiendo las indicaciones específicas del óptico-optometrista. Frotar las lentes de contacto con los dedos y aclararlas antes de sumergirlas en la solución durante la noche.
3. Conservación. Para conservar las lentes se deben guardar siempre en un portalentes y utilizar únicamente las soluciones de mantenimiento prescritas por el óptico-optometrista. La solución salina y las gotas humectantes no están diseñadas para desinfectar las lentes.
4. Cuidado con las soluciones limpiadoras. Nunca se debe reutilizar la solución para limpiar y almacenar lentes de contacto. Sigue las recomendaciones del fabricante y cambia el líquido cuando se indique, incluso si las lentes no se utilizan diariamente.
5. Uso y duración. No debes usar las lentes más horas de lo recomendado o más allá de la fecha en que haya que desecharlas. Tampoco se debe dormir con ellas.
Con todos estos consejos, el objetivo de COOCYL persigue evitar “que una noche de diversión se convierta en un riesgo para la salud de nuestros ojos”, concluye Inmaculada Aparicio.