Hace diecinueve años, las Fiestas de San Pedro vivían la creación de su primera peña. Bajo el nombre de ‘Las Hordas del Huevo’, y después de verlo en ciudades como Valladolid o Benavente, diferentes grupos de amigos se juntaban con el objetivo de disfrutar de una de las semanas más especiales del año, así como servir de germen y acogida para los que quisieran sumarse. Diecinueve años después, ese propósito se ha cumplido. Y es que nadie se imagina las calles de Zamora sin el colorido que estos grupos regalan a la ciudad día tras día.
Laura Folgado, una de sus fundadoras y la primera presidenta del grupo, recuerda los inicios de este fenómeno en la capital: “Las primeras peñas surgieron de una manera bastante discreta. Como éramos pocos, nos juntábamos e intentábamos hacer actividades todos juntos, pero en el momento en el que el Ayuntamiento propone la idea de crear una Comisión de Peñas. Cuando se creó la Comisión, todo despegó”, afirma.
A partir de ahí, todo rodado. Mayor participación, decisiones en las actividades y el surgimiento de una idea muy querida y esperada por todos: la llegada de La Gobierna. “Podía haber acabado en agua de borrajas, pero lo propusimos, hablamos con el Ayuntamiento, con los clubes de piragüismo, con Capitonis Durii… y hasta hoy. Teniendo un apoyo por detrás, las cosas salen más fácilmente”, expresa.
"Antes eran unas fiestas más reducidas a grupos concretos y ahora son unas fiestas populares para todos los públicos. Todos podemos disfrutarlas" - Laura Folgado, fundadora y primera presidenta de ‘Las Hordas del Huevo’.
El número de personas ha ido cambiando en ‘Las Hordas del Huevo’: de 80 miembros en sus inicios en 2005 a unos 40 participantes en los últimos años. Entre medias, gente que se va fuera, hijos y una pandemia, pero este año, después de todo, volverá a ser muy especial: “Celebramos nuestro vigésimo aniversario y seremos más de 100 personas. Unas 130 aproximadamente. Habrá gente que se sume de nuevo y que participarán con nosotros”, señala.
Veinte años de peña y veinte años paseando un nombre, cuando menos, curioso que surge en el Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira: “Muchos de los que empezamos éramos músicos y, claro, mucha gente tocaba algo, pero no todo el mundo sabía tocar. Vamos a Ortigueira y vemos a uno tocando el huevo musical, que es como una maraca y todo el mundo sabe tocarlo. Ya con el tiempo, cuando decidimos hacer la peña, recordamos ese momento y a ese huevo que representa a toda esa gente que no sabe tocar nada y no pasa nada. Y quedó así el tema, con ese nombre absurdo, pero con mucho significado para nosotros”, relata.
Ahora, días para disfrutar y horas para vivir multitud de experiencias con los de siempre: “San Pedro ofrece una variedad para que cualquier tipo de persona, sea mayor o joven, de un pueblo de la provincia o de la capital, tenga la oportunidad de hacer cosas. Antes eran unas fiestas más reducidas a grupos concretos y ahora son unas fiestas populares para todos los públicos. Todos podemos disfrutarlas”, concluye sobre una de las semanas más especiales del año.