El lado oscuro de los petardos: cómo afectan a personas vulnerables y animales cada fin de año

Aunque los fuegos artificiales y los petardos son sinónimo de celebración para muchos, su ruido se convierte en una pesadilla para personas con condiciones específicas y para los animales.

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Artículos de pirotecnia
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El estruendo de la pirotecnia, especialmente durante la noche de fin de año, no es diversión para todos. Su abuso tiene efectos negativos en personas mayores, pacientes con enfermedades cardíacas, bebés, y quienes padecen trastornos del espectro autista (TEA) o síndrome de Down. “Ellos lo escuchan como si lo tuviesen dentro de la cabeza. Además de asustarles, les hace mucho daño”, señaló Sonia Castro, de la asociación ‘Autismo Palencia’. Las crisis derivadas del ruido pueden alterar la frecuencia cardíaca y prolongarse durante días, agregó.

Pero el problema no se limita a los humanos. Los animales, especialmente los perros, también sufren las consecuencias del estruendo. Según la veterinaria Marian Belloso, los petardos pueden desencadenar pánico extremo en las mascotas, quienes tienen una audición mucho más sensible que los humanos. “Es como si les tiraran un petardo dentro de casa. Muchos corren desorientados y acaban perdiéndose o siendo atropellados”, explicó. Además, el estrés puede complicar problemas de salud como cardiopatías o hipertensión pulmonar, e incluso provocar la muerte en casos graves.

Un problema de salud pública y animal
Cada fin de año, los servicios veterinarios reciben un aumento de consultas de emergencia por animales descompensados. “He visto perros golpearse contra la pared intentando escapar del ruido. Es ahí cuando te das cuenta de que no es tan divertido”, lamentó Belloso.

Para minimizar el impacto, los expertos recomiendan medidas sencillas como cerrar ventanas, bajar persianas y no dejar a las mascotas solas. En el caso de los niños con TEA, música relajante con auriculares puede ser de gran ayuda. También existen alternativas específicas para los animales, como collares con feromonas, aerosoles calmantes y complementos alimenticios a base de valeriana o triptófano. “Lo importante es consultar con un profesional para adaptar las soluciones a cada caso”, afirmó la veterinaria.

Hacia celebraciones más inclusivas
Antonio Arroyo, gerente de ‘Autismo Palencia’, destacó los avances logrados en otras ciudades que han optado por fuegos artificiales silenciosos o días sin ruido en eventos. “Es posible celebrar sin hacer daño. Necesitamos más empatía y responsabilidad individual”, declaró, recordando que algunas familias llegan al extremo de aislarse para proteger a sus seres queridos.

La pirotecnia puede ser parte de la diversión, pero es momento de repensar su uso. Alternativas como las mencionadas no solo permitirían celebraciones más inclusivas, sino también reducir el sufrimiento de quienes más lo padecen. “Es cuestión de mentalizarse y actuar con respeto hacia los demás”, concluyó Arroyo.

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