"Animamos tanto a los centros como al profesorado a difundir el mensaje y destacar las fortalezas de la enseñanza pública, que nos sitúan en la media europea y entre los mejores de todo el territorio nacional, un hecho que hay que atribuir a la dedicación y profesionalidad del profesorado y la implicada complicidad de las familias", explican.
En este sentido, la Junta de Personal Docente de Zamora ha pedido la complicidad de la sociedad para que matriculen a los menores en la Escuela Pública y respalden así tanto a los centros como a la labor de los docentes, “auténticos garantes de la calidad educativa, reconocidamente preparados y con capacidad para el desarrollo de la tarea educativa, a la vez tan difícil y trascendente y con la que nos sentimos comprometidos más, si cabe, en estos momentos excepcionales que estamos viviendo”.
Los componentes de la Junta de Personal Docente de Zamora, encabezados por su presidente, Ramón Domínguez Diéguez, han recordado que la enseñanza concertada “se configura en la legislación como subsidiaria de la pública, debiéndose concertar lo estrictamente necesario para satisfacer esas necesidades urgentes de escolarización allí donde la pública no llega y sin malgastarse el dinero público”. “No es lógico que la administración educativa concierte unidades, con su consiguiente coste, cuando existen vacantes en la enseñanza pública”, exponen.
Incidiendo en esta idea, la Junta de Personal Docente ha defendido que los profesores de la educación pública tienen los especialistas suficientes de apoyo para las dificultades de aprendizaje, equipos psicopedagógicos y departamentos de orientación, lo que permite una equilibrada distribución de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo entre centros sostenidos con fondos públicos, consiguiendo una educación universal, equitativa y eficaz.