El actual estado de alarma imposibilita que los familiares puedan acudir a visitar a las personas residentes, lo que en algunos casos supone un gran impacto emocional en el bienestar de los mayores, que debe ser paliado en la medida de lo posible. Para lograrlo, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha enviado a los centros una serie de recomendaciones, entendiendo además que las personas a las que atienden son vulnerables y en ocasiones incluso dependientes, por lo que es necesario tener una sensibilidad especial con ellas.
En esta situación de confinamiento es imprescindible dar relevancia al bienestar psicoafectivo de las personas residentes, que viene determinado por una combinación de diversos factores que actúan de forma interactiva: por un lado, el apoyo de los trabajadores y, por otro, potenciar la figura del profesional de referencia, que debe facilitar la vinculación, el fortalecimiento de lazos de confianza con los residentes y la necesidad de sentirse estimados, valorados y escuchados. Estas indicaciones están basadas en distintas investigaciones realizadas sobre la gestión de las emociones y cómo pueden afectar a la salud y al bienestar de las personas, a las que se suma la experiencia práctica de residencias que trabajan con el modelo ‘en Mi casa’, centrado en la persona y en la calidad de vida.
Recomendaciones para mejorar el bienestar psicoafectivo
Es imprescindible que los mayores conozcan qué está sucediendo en la medida de lo posible para disminuir la incertidumbre y favorecer su participación a la hora de intentar evitar o frenar el contagio por COVID-19. Para ello, deben guardar la distancia de seguridad también en el comedor, lavarse las manos de forma frecuente y demás medidas sanitarias recomendadas.
Asimismo, se les debe trasladar el motivo real por el que sus familiares no pueden ir a visitarlos, explicando que no se les permite para frenar el contagio y de esta manera, no se sentirán abandonados. Es normal que las personas mayores desarrollen en estos casos episodios de nerviosismo, tensión, agitación, temor, miedo y por ello es fundamental darles la posibilidad de expresarlo, escucharles, acompañarles.
Además, hay que fomentar las rutinas en la medida de lo posible, realizar actividades de ocio como juegos, escuchar música… Y asegurar que tienen información de cómo está su familia, incluso, si es posible, mantener contacto por teléfono o whatsapp y agrupar a los mayores en torno a un profesional de atención directa y de referencia, para que sea quien canalice las comunicaciones con la familia y al que puedan trasladar su estado de ánimo.