Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y Harvard Medical School, ha demostrado que el pescado, como fuente principal de Omega 3, y los suplementos de estos ácidos grasos, puede modular las lipoproteínas e incidir sobre el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron una muestra de lipoproteínas de 26.034 mujeres, la más extensa y detallada que se ha hecho nunca. Hasta ahora se había comprobado que un consumo muy elevado de ácidos grasos Omega 3 se asociaba a niveles más bajos de triglicéridos en sangre, aunque también se había relacionado con un incremento del colesterol LDL, que es un factor de riesgo cardiovascular porque puede acelerar la formación de arterioesclerosis.
Sin embargo, el estudio ha constatado que este aumento del colesterol LDL por el consumo de pescado se asocia principalmente al transporte por las partículas LDL más grandes, que son menos aterogénicas (con menor potencial de obstrucción de las arterias), y no a un aumento del número total de partículas LDL. En cambio, el hecho de que disminuyan los triglicéridos transportados por cualquier tipo de lipoproteínas es un factor protector de las enfermedades del corazón.
Esto es así porque el consumo de los 3 tipos de ácidos grasos Omega 3 fundamentales en la fisiología humana estudiados (el ácido a-linoleico (ALA), el docosahexaenoico (DHA) y el eicosapentaenoico (EPA)), presentes en el pescado y en otras fuentes nutricionales, difiere en su asociación con el potencial riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El estudio concluye que las lipoproteínas LDL más pequeñas que transportan el colesterol no aumentan, y, en cambio, el aumento se produce en las grandes, que no tienen riesgo asociado. Existe una disminución de todas las partículas transportadoras de triglicéridos, y, además, el tamaño medio de las partículas de HDL y LDL, aumenta, lo cual se asocia a la protección del riesgo cardiovascular.
"Una vez confirmado que el factor de riesgo que suponen los lípidos como la concentración de colesterol, de triglicéridos y los diferentes subtipos de partículas se modula mediante el consumo de ácidos grasos Omega-3, falta saber si el consumo de pescado se asocia a menos mortalidad tanto para enfermedades cardiovasculares como por otras causas, ya que si bien el riesgo es menor por cuestiones lipídicas, sería necesario observar otros factores pro-inflamatorios o de exposición a metales pesados", han zanjado los expertos.