Pues bien, la consecuencia es que pueden producirse alteraciones relevantes en grandes localidades como León o Ibiza. Según El Independiente, el caso de León se había dado a conocer este martes, cuando el PSOE denunció que en al menos 12 mesas electorales sus votos se le habían asignado a Vox en el proceso de transmisión electrónica de datos. Importante: no en las actas, que son el único documento legal con el que la Junta Electoral Central valida y oficializa los resultados de cualquier elección. Este error informático habría dado a Vox 1.200 votos de más, y al PSOE 1.200 de menos.
El pueblo de Tavernes de la Valldigna (Valencia, 9.000 habitantes) estuvo sin resultados provisionales en la web del Ministerio del Interior hasta el martes a las 16:56. Otros municipios se fueron actualizando también durante este martes. Los problemas se multiplicaron por media España, dice El Confidencial. La CUP denunció que la web de Interior le restaba 56.000 votos y que no cuadraban los resultados provisionales con sus propias cuentas.
Falange gana en Ferraz, con Izquierda Unida como segunda
Los errores, sin embargo, parecen ser omnipresentes. El Confidencial ha detectado uno muy llamativo. Según los datos de Scytl, en la manzana madrileña de la calle Ferraz donde el PSOE tiene su sede, el partido más votado fue La Falange, seguida de Izquierda Unida y del Partido Libertario. No habrían recibido votos en ese sector ni Más Madrid, ni Ciudadanos, ni el PSOE, ni Vox. Un error de bulto que se repite en otras mesas electorales de Chamartín, San Blas y Puente-Vallecas, donde el citado medio también ha detectado patrones absurdos de voto a la candidatura falangista.
Los errores son de dos tipos, fundamentalmente: o bien se han pasado mal los datos que transmitían los colegios electorales o bien quienes recibían esos datos los han interpretado mal. "El programa de la empresa contratada, Scytel, no ha estado a la altura", explican las fuentes consultadas por el diario ABC, que no ocultan su malestar con esta situación por lo que supone de abrir la espita a interpretaciones malintencionadas.