El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, auguró hoy que se producirán en los próximos días “problemas” en los hospitales de Castilla y León, puesto que reconoció cuentan con “poco margen” para asumir el incremento de ingresos y pacientes de COVID-19. Además, reconoció que las muertes crecerán fruto de la alta incidencia registrada en las últimas semanas.
Igea, entrevistado en el programa ‘La Brújula de Castilla y León’ de Onda Cero, indicó que la “onda” del COVID-19 va a llegar en siete o 14 días a los hospitales y, a continuación, a las cifras de fallecimientos. Por ello, aseguró que la Junta ha ordenado la apertura del edificio Rondilla de Valladolid y ha suspendido operaciones programadas y derivado otras.
En ese sentido, el portavoz de la Junta reconoció que hay “mucha tensión” en el sistema hospitalario de Castilla y León, debido a que el nivel de ocupación es “alto”, pero recalcó que las mayores dificultades llegarán en los próximos días. Por ello, remarcó que están trabajando para que el “agua no sobrepase el nivel”. No obstante, insistió en que no esperan que el sistema colapse, como a su juicio tampoco ocurrió en la primera ola de primavera.
“Tenemos poco margen”, reconoció Francisco Igea para asumir un aumento de pacientes en los hospitales, pero recalcó que la Junta está tomando decisiones con antelación para asumir “esa subida de nivel” y recordó que los planes de contingencia están preparados para ser desplegados.
De la misma forma, siguiendo la “secuencia lógica” del coronavirus, tras el aumento de la incidencia, los ingresos y la presión sobre las UCI, llegará un aumento de la mortalidad. “Va a seguir subiendo”, dijo y añadió: “Eso es inevitable”. No obstante, defendió que en esta segunda ola no se ha suspendido la actividad quirúrgica, porque reconoció que también existen fallecimientos asociados al impacto del coronavirus sobre el sistema de salud.
Estabilización
Francisco Igea, que participó esta tarde en una reunión del gabinete de crisis, descartó que por el momento se adopten nuevas medidas restrictivas, si bien dejó entrever la posibilidad de que se cierren las casas de apuestas y salones de juego, puesto que a su juicio es una queja “razonable” que los ciudadanos protesten por mantener estos locales abiertos, mientras se ha cerrado la hostelería.
Asimismo, el vicepresidente defendió que la Junta ha detectado una estabilización en la curva del COVID-19 en Castilla y León desde el 1 de noviembre en los casos diagnosticados por PCR en los últimos siete días. Señaló que suben y bajan pero se mostró optimista con que la situación “empiece a mejorar” en unas semanas, puesto que recalcó las medidas surten efecto a los siete o 14 días.
También Francisco Igea defendió que en España la curva del COVID-19 inició antes su crecimiento, pero añadió que su subida ha sido menos pronunciada que en el resto de Europa, donde a su juicio ha mostrado un “acelerón”. “No se ha ido el toro, no es que nos haya vuelto a pillar, es que nunca se fue”, afirmó el vicepresidente, quien recordó las críticas recibidas por ser “muy estrictos” en las restricciones.
Finalmente, Francisco Igea reconoció la “rabia” y “frustración” que produce esta situación, pero destacó los 73 millones que recibirá el Plan de Choque por el empleo, que recalcó debe impulsar reformas, puesto que el dinero que ahora se destina a los sectores más afectados, habrá que devolverlo en el futuro. Además, celebró que el Gobierno hayan avanzado su decisión de arbitrar un plan de rescate para la hostelería y el turismo.
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