Igea califica a los represaliados del franquismo como “víctimas de la locura de los que querían salvar este país del comunismo”

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, calificó hoy a los represaliados por el franquismo como “víctimas de la locura de los que querían salvar este país del comunismo”, dentro de la defensa que hizo de la necesidad de que “se cumplan las sentencias” y regresen al Centro Documental de la Memoria Histórica los documentos extraídos, porque “no tiene otro dueño legítimo” que el archivo salmantino y porque son “patrimonio de todos los españoles”.

Además, Igea hizo un alegato en favor de la Memoria Histórica, “que estos días es más necesaria que nunca” y ante la que reseñó que “nada más oír las palabras, la procuradora de Vox, Fátima Pinacho, ha huido como el gato escaldado” del hemiciclo de las Cortes de Castilla y León.

Por ello, el vicepresidente de la Junta reflexionó sobre que “este es un tema de más actualidad del que parece” porque “conservar la unidad de los archivos de la represión y la historia es esencial para preservar la memoria de las víctimas de la intolerancia, el odio y la represión”, que recordó que hoy se siguen descubriendo “en un pozo de Medina del Campo”.

Y es que, para Igea, esa locura “tiene un antídoto: la historia, que se lean sus documentos y se difundan”, para frenar la “escalera que empieza en la deslegitimación del adversario, sigue por la exclusión, después por el odio y la descalificación personal, de ahí a la amenaza y la agresión y, por último, la catástrofe”. “Es la escalera a la que podemos llegar”, advirtió Igea.

Todo ello como respuesta a la pregunta realizada por la procuradora de Ciudadanos, Marta Sanz, sobre la posición que adopta la Junta para defender y garantizar la integridad del Archivo de Salamanca, puesto que para la parlamentaria de la formación naranja, “la Memoria Histórica no puede entenderse como batalla política ni cultural”.

Por ello, consideró la extracción de documentos del Centro de la Memoria Histórica como “una vulneración de la unidad de este fondo documental de incalculable valor” y llamó a la Junta y a las Cortes autonómicas a “defender que se mantenga esa unidad” frente a “quienes siguen empeñados en exterminar a esa tercera España alejada del frentismo de trincheras y centrada solo en salir adelante de la peor crisis en más de un siglo”.