Los hosteleros de Zamora dan, prácticamente, por perdida la Semana Santa de 2021 y vuelcan las esperanzas de volver a coger ritmo de trabajo con la ampliación del Año Jacobeo anunciada por el papa Francisco mientras confían en que las costumbres de la ciudadanía no se hayan modificado de forma permanente ante las restricciones inducidas por la pandemia de coronavirus.
“La Semana Santa se da por perdida. Estábamos pensando con ilusión en la Semana Santa y ahora ya pensamos en el Jacobeo y su extensión para 2022. Esperemos que las vacunas tengan un efecto demoledor sobre el virus y que podamos volver a tener una vida normal y recuperar la actividad económica, que va a costar”, indicó a Ical Óscar Somoza.
“Tenemos miedo a que cambien las costumbres de los ciudadanos, que se están acostumbrando después de no salir y de estar en casa. Tenemos ese temor, tanto los que estamos abiertos como los que pensaban abrir. Nadie sabe cómo va ser el futuro de esa otra normalidad. Esperemos que el verano siga siendo un referente turístico mundial, aunque tardaremos en recuperar la posición que teníamos”, concluyó.