La Junta anunció el pasado martes el cierre en el interior de la hostelería ante el vertiginoso aumento de contagios. Una medida que dejaba a los hosteleros con las terrazas como única opción y la ola de frío como condena para el sector zamorano. Tras dos días de prohibición del consumo interior, los profesionales se enfrentan ahora a un posible cierre adelantado.
Desde la Administración regional se está planteando un nuevo cierre perimetral por provincias y adelantar el cierre de los establecimientos no esenciales a partir de las seis de la tarde. Una medida que terminaría de asestar la última puñalada de la muerte del sector, tal y como han asegurado los representantes del sector hostelero en Zamora.
Con esta nueva noticia ha despertado la hostelería zamorana tratando de sobrevivir en una nueva jornada bajo cero en el que la limpieza de la cencellada de las terrazas se ha convertido en la tónica general de la mañana para tratar de paliar los efectos del frío y tratar de salvar el día pese a las condiciones climatológicas.
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