Los hombres trabajadores con mayores ingresos tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión arterial, según un estudio presentado en la 84ª Reunión Científica Anual de la Sociedad Japonesa de Circulación (JCS 2020).
"Los hombres con mayores ingresos deben mejorar sus estilos de vida para prevenir la hipertensión arterial. Los pasos incluyen una alimentación saludable, el ejercicio y el control del peso. El alcohol debe mantenerse en niveles moderados y se debe evitar el consumo compulsivo de alcohol", explica el autor del estudio, Shingo Yanagiya, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hokkaido en Sapporo (Japón).
Más de mil millones de personas tienen hipertensión arterial en todo el mundo. Alrededor del 30-45 por ciento de los adultos están afectados, llegando a más del 60 por ciento de las personas mayores de 60 años. La hipertensión es la principal causa de muerte prematura en el mundo y representa casi 10 millones de muertes en 2015. De ellas, 4,9 millones se debieron a enfermedades cardíacas isquémicas y 3,5 millones a accidentes cerebrovasculares.
"La presión arterial alta es una enfermedad relacionada con el estilo de vida. Como médico que atiende a estos pacientes quería saber si el riesgo varía según la clase socioeconómica, para ayudarnos a centrar nuestros esfuerzos de prevención", resalta Yanagiya.
Este análisis examinó la relación entre los ingresos familiares y la presión arterial alta en los empleados japoneses. Un total de 4.314 empleados (3.153 hombres y 1.161 mujeres) con trabajos diurnos y presión sanguínea normal fueron inscritos en 2012 de 12 lugares de trabajo.
Los trabajadores se dividieron en cuatro grupos según el ingreso familiar anual: menos de 5 millones, 5 a 7,9 millones, 8 a 9,9 millones y 10 millones o más de yenes japoneses por año. Los investigadores investigaron la asociación entre los ingresos y el desarrollo de la hipertensión arterial durante un período de dos años.
En comparación con los hombres de la categoría de ingresos más bajos, los hombres del grupo de ingresos más altos tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar hipertensión. Los hombres de los grupos de 5 a 7,9 millones y de 8 a 9,9 millones tenían un riesgo 50 por ciento mayor de desarrollar hipertensión en comparación con los hombres de menores ingresos, aunque la asociación positiva no alcanzó significación estadística en el grupo de 8 a 9,9 millones.
Los hallazgos fueron consistentes independientemente de la edad, y fueron independientes de la presión arterial de referencia, el lugar de trabajo, la ocupación, el número de miembros de la familia y el tabaquismo. Las relaciones se debilitaron ligeramente después de tener en cuenta el consumo de alcohol y el índice de masa corporal (IMC; kg/m2), ambos más elevados en el caso de los hombres de los grupos de mayores ingresos.
En las mujeres, no había una relación significativa entre los ingresos y la presión arterial. Sin embargo, las mujeres con mayores ingresos familiares tendían a tener un menor riesgo de desarrollar hipertensión.
"Los hombres con trabajos diurnos bien remunerados corren un riesgo especial de padecer hipertensión. Esto se aplica a los hombres de todas las edades, que pueden disminuir en gran medida sus posibilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral mejorando sus comportamientos de salud", concluye el autor.
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