El temporal generado por la borrasca ‘Filomena’ deja dos caras en la provincia de Zamora. Por un lado la cara más amable, con estampas idílicas. Los zamoranos salían a la calle este pasado sábado con familiares y amigos para disfrutar del manto blanco que cubría buena parte de la provincia. Muñecos de nieve y guerras de bolas dieron para muchas fotos y los zamoranos aprovecharon la oportunidad.
Pero la cara B de los temporales es la relacionada con la seguridad, principalmente a la hora de desplazarse, ya sea caminando o en transporte. Una situación peligrosa que se torna todavía más difícil el día después de la nevada, ya que las bajas temperaturas generan placas de hielo difíciles de intuir. Y es que el toque de queda impuesto hace que carreteras y aceras apenas se pisen desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana, favoreciendo este tipo de situaciones.
Así, este domingo, el hielo será el triste protagonista en Zamora, con aceras congeladas y placas de hielo en muchas de las carreteras, principalmente de la red secundaria. Solamente el noroeste de la provincia, en su conexión con Galicia, parece librarse de este temporal.
Ante este peligro, las autoridades insisten en no salir a la calle salvo que sea estrictamente necesario. Una recomendación que se multiplica a la hora de pedir a la ciudadanía que no utilice los transportes. De hecho, por ejemplo, el servicio de tren entre Zamora y Madrid, y a la inversa, está suspendido al menos hasta el mediodía de este domingo.
Mientras tanto, trabajadores de diferentes administraciones esparcen sal durante estas horas en carreteras y aceras para tratar de hacer desaparecer el peligroso hielo que cubre varias zonas de la provincia.