Ante una estafa en este tipo de alojamientos, los expertos recomiendan que lo primero que se ha de hacer es poner una denuncia ante la Policía por el engaño sufrido, ya que esta dejará constancia ante las autoridades de lo ocurrido y ganará más fuerza en una futura negociación.
Si se trata de un engaño grave, que no permite disfrutar de las vacaciones, ya sea porque el alojamiento no se puede habitar o porque hay alguien viviendo dentro, se debe acudir a un abogado para que este analice el caso concreto. Para seguir la vía judicial, los expertos de DAS Seguros recuerdan que es muy importante mostrar pruebas documentales, como capturas de las conversaciones mantenidas por el propietario o el mismo anuncio del alojamiento turístico. Por ello, recomiendan contactar con este tipo de alquileres vacacionales de forma escrita y así, dejar constancia de ello.
Con todo, recomiendan seguir la vía de la negociación e intentar que el propietario devuelva el dinero de forma amistosa, reservando la vía judicial para aquellos casos en que no se llegue a un acuerdo. La gran mayoría de casos se resuelve por esta vía negociadora, buscando un acto de conciliación extrajudicial donde se hace el cómputo de todo lo que ha podido perjudicar al cliente y en el que el abogado se pone en contacto con el propietario.
Además, existe una tercera posibilidad que consiste en acudir a la justicia por la vía penal, algo que se reserva para casos muy concretos, como que el inmueble alquilado no exista, o para alquileres de lujo donde hay cuantías económicas muy elevadas en las que también se incluyen reservas de yates o vehículos de alta gama