La presentación del programa conjunto de Izquierda Unida y el PSOE constituye un paso casi definitivo para poder confirmar que Francisco Guarido será el próximo alcalde de Zamora. Los tres votos correspondientes a los concejales socialistas, junto a los ocho de IU, suman once de los trece necesarios para la investidura. Los otros dos los aportarán, salvo sorpresa mayúscula, José Luis Gómez y María Cruz Lucas que, una vez tomen su acta, pasarán al grupo de los no adscritos.
La situación de Gómez y Lucas preocupa a Francisco Guarido que, durante la presentación del acuerdo con el PSOE, se esforzó por no posicionarse y casi pidió disculpas a la hora de hablar sobre el asunto y mencionar la normativa contra el transfuguismo: "Lo normal es entrar dentro de un partido que forma un grupo municipal y ellos han dicho que van a estar en una situación diferente. Habrá que consultarle todo al secretario, porque a lo mejor ni siquiera pueden formar parte del gobierno", ha apuntado el líder de IU al ser cuestionado sobre si le ofrecerá a Gómez un posible pacto tras la investidura.
Tampoco está claro si entrará el PSOE. Francisco Guarido ha apelado al poder de decisión de las bases para justificar sus dudas acerca de la inclusión de los tres ediles socialistas en el gobierno municipal: "Es algo que tenemos que resolver. La decisión no está tomada", ha subrayado el responsable de Izquierda Unida, que sí ha querido dejar claro que su "grupo de referencia" es el PSOE, una vez se ha sellado el acuerdo programático.
Con el PP como grupo claro de oposición y la división del PSOE como amenaza de inestabilidad, Guarido y su equipo han anunciado que le presentarán el documento marco del programa a Ciudadanos. Las conversaciones con Requejo ya se han iniciado por teléfono y quedarán cristalizadas en un encuentro cara a cara que se celebrará este mismo miércoles.
Ciudadanos, que cuenta con dos concejales electos, ya ha manifestado su intención de mantenerse al margen del gobierno municipal, pero una actitud colaborativa del partido naranja ayudaría mucho a Izquierda Unida durante el mandato. Con su apoyo y el del PSOE, Guarido lograría sacar adelante sus propuestas en el Pleno, independientemente de lo que suceda entre los socialistas que siguen en el grupo y los que han optado por situarse como no adscritos.
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