Después de celebrar su décimo aniversario (si bien la licenciatura comenzó a impartirse en el curso 2004/2005, por lo que realmente son ya 16 años de enseñanza), el Grado en Biotecnología de la Universidad de Salamanca estrenará este próximo curso un nuevo plan de estudios que contará con pequeñas diferencias respecto al anterior (y que se seguirá impartiendo durante los próximos años al alumnado que ya comenzó a cursarlo).
Estas diferencias entre ambos planes de estudio consisten, básicamente, en la estructura y planificación de las enseñanzas. Así, se han redefinido las competencias; las asignaturas anuales se han pasado a semestrales, lo que permitirá la organización de las enseñanzas y la movilidad de los estudiantes; se ha reducido o aumentado la carga de créditos de ciertas asignaturas; y las optativas se estudian en los dos últimos cursos, aumentando también la oferta.
Pero dichas modificaciones no variarán lo importante: la importancia de una carrera que, con el paso de los años, no sólo es de las más valoradas en la Universidad de Salamanca, sino una de las que más rendimiento académico tiene entre los estudiantes y una de las que tiene la nota de corte más alta de todo el Estudio salmantino (el pasado curso se quedó en 12,408).
La coordinadora del Grado en Biotecnología, Isabel Muñoz Barroso, recuerda que la Facultad de Biología (en la que está adscrita la carrera) fue pionera en implantar estos estudios que han dejado de ser una carrera de futuro para pasar a ser una carrera de presente “como pone de manifiesto el buen grado de inserción laboral en numerosos ámbitos de trabajo, tanto en España como en el resto de Europa, donde nuestros egresados tienen becas y/o contratos predoctorales, o contratos en diferentes empresas”.
Y es que la Biotecnología es una de las tecnologías más prometedoras para el desarrollo y avance científico en sectores como la medicina, la agroalimentación, la producción industrial y el medio ambiente y, por tanto, para la mejora del bienestar social. En concreto, la carrera que se imparte en la USAL tiene como objetivo la formación y el entrenamiento en aspectos tanto científicos como prácticos de la Biotecnología, aportando una buena base en el conocimiento de los mecanismos moleculares del funcionamiento de los seres vivos. Ello permitirá a los estudiantes aprender las aplicaciones biotecnológicas para la producción de bienes y servicios y el escalado industrial de los procesos biotecnológicos y la gestión de recursos.
Un grado estudiados por estudiantes vocacionales con gran capacidad de trabajo y participativos
Estos estudios no son simplemente una de las carreras que más nota para entrar exige de toda la Universidad de Salamanca, sino que fue el segundo Grado en Biotecnología de toda España con la nota de corte más alta el pasado año, lo que da buena cuenta de la calidad del alumnado que lo cursa y la exigencia del Grado incluso para poder acceder a él, ya que apenas hay 35 plazas de nuevo ingreso.
Un estudiantado que, además de vocación, deben mostrar un gran interés tanto por la biología como por su vertiente de aplicación tecnológica, asegura Isabel Muñoz, que además apunta que deben poseer una gran capacidad de trabajo, ser muy participativos, con disposición y con aptitudes para el trabajo en grupo.
De hecho, los y las alumnas responden de manera adecuada y no sólo se limitan a cursar los estudios, sino que también exigen al Grado que vaya actualizándose. De esas demandas ha surgido la oferta de nuevas optativas, principalmente referentes a la inclusión de materias de actualidad en el ámbito de la biotecnología.
Así, y según explica la coordinadora del Grado, algunos ejemplos son Bases moleculares del cáncer, Respuestas moleculares de las plantas a factores climáticos y contaminantes, Terapia génica, Biotecnología vegetal avanzada, Terapia regenerativa, Modelización de sistemas biológicos, Virología, Neurociencia aplicada o Biorremediación. “También se han introducido asignaturas obligatorias nuevas como la Genómica”, indica, apuntando que con estas modificaciones piensan que se mejorará la formación de sus egresados y se facilitará su movilidad.
Amplias salidas tanto al mundo laboral como al académico
La coordinadora del Grado en Biotecnología tiene claro que los egresados de los estudios tienen la posibilidad de enfocarse tanto al mundo laboral como al académico. Es más, detalla que los estudios de la USAL capacitan a los estudiantes para enfrentarse “a diferentes ámbitos profesionales relacionados con todos los aspectos de las ciencias experimentales y de la vida”.
Estos ámbitos van desde la docencia de Enseñanza Secundaria o universitaria hasta la investigación y desarrollo científico, tanto en centros públicos de investigación científica y tecnológica como en centros privados de investigación y departamentos de I+D+i de empresas del sector biotecnológico y/o farmacéutico.
Otro campo que suele atraer a un gran número de nuestros estudiantes, según indica Isabel Muñoz, es la biotecnología sanitaria, ya que pueden desarrollar la actividad en hospitales, laboratorios de análisis clínicos y farmacéuticos o centros de investigación sanitarias entre otros.
Por supuesto, también están las salidas profesionales de los biotecnólogos industriales para la realización de actividades relacionadas con el desarrollo de productos y aplicaciones biotecnológicas de diversa índole; y otro perfil profesional destacado es la biotecnología agrícola para la mejora de los productos agrícolas en su sentido más amplio. Y, por último, la Universidad de Salamanca también cuenta con egresados que se dedican a tareas de información y divulgación.
Si toda esa empleabilidad es posible es gracias, en parte, a las prácticas que ofrece el Grado en Biotecnología de la Universidad de Salamanca. La mayoría del alumnado opta por realizar tanto prácticas curriculares como extracurriculares. Aunque se trata de una asignatura optativa, es muy valorada por los estudiantes, que siempre eligen realizarlas en cuarto. No obstante, desde segundo curso comienzan a realizar las prácticas extracurriculares.
No es la única medida que tienen los estudiantes del Grado en Biotecnología para ampliar su empleabilidad. Y es que la Facultad de Biología tiene vigentes 508 convenios de cooperación educativa para prácticas con empresas y entidades de todos los ámbitos relacionados con la biotecnología: centros de investigación, universidades, hospitales, veterinarias, gestión ambiental, calidad y producción alimentaria, laboratorios de análisis médicos, de aguas, la Junta de Castilla y León, centros educativos, zoológicos, acuarios….
Si bien la mayoría de las empresas con las que se tienen convenios están ubicadas en Castilla y León, también las hay de Andalucía, Asturias, Canarias, Baleares, Cataluña, Galicia, Cantabria, País Vasco, Valencia, Extremadura, La Rioja, Aragón, Castilla-La Mancha y Madrid. Y en los últimos años gracias a la movilidad de los estudiantes por Europa, se han firmado también convenios de cooperación con países de la Unión Europea, entre los que destacan los realizados con Portugal, Alemania y Bélgica, países muy elegidos por los alumnos de Biotecnología para completar su formación académica.
Igualmente, desde el Grado en Biotecnología se tienen convenios con el Organismo Autónomo Parques Nacionales, con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con el Gobierno de Aragón, la Junta de Extremadura y con la Generalitat Valenciana, para que los estudiantes puedan realizar prácticas en cualquiera de los centros del estado español vinculados a estos organismos.
“Las Biociencias Moleculares y sus aplicaciones biotecnológicas están consideradas la siguiente gran ola de expansión de la economía basada en el conocimiento”
Isabel Muñoz recomienda, eso sí, y antes de dar el salto al mundo laboral (o académico), cursar un máster para continuar la formación académica del alumno, ya que esto les permitirá especializarse en una rama “mucho más concreta” de la Biotecnología. “Además, se consigue el nivel 3 de MECES, necesario, por ejemplo, para realizar la tesis doctoral”, añade, reflejando que la mayoría de los graduados de la USAL hacen másteres de especialización de muy diversa índole, ya sea en la USAL o en otras universidades españolas o europeas.
Esa especialización le permitirá tener un mayor conocimiento en materias que se antojan vitales para el devenir del ser humano. La coordinadora del Grado en Biotecnología, de hecho, asegura que “las Biociencias Moleculares y sus aplicaciones biotecnológicas están consideradas, después de las tecnologías de la información, la siguiente gran ola de expansión de la economía basada en el conocimiento”.
En resumen, recuerda que la Biotecnología es una ciencia que puede ser aplicada a un gran número de objetivos en relación con la salud, el envejecimiento, alimentación, medio ambiente y el crecimiento sostenido, entre otros. Y es que “el conocimiento de la complejidad de los seres vivos en numerosas facetas permite una mayor comprensión y la mejora en los procesos de intervención humana en muchos aspectos, desde la alimentación y la salud hasta el medio ambiente”, prosigue.