Así figura en el Plan de Estabilidad de 2020 elaborado y remitido por el Gobierno a la Comisión Europea esta semana, en el que augura que el consumo privado se verá favorecido por el impacto positivo que sobre la renta disponible de las familias tendrá el incremento de los salarios reales, en un contexto de mayor aumento de la remuneración por asalariado y de inflación contenida.
El Ejecutivo pronostica que los impuestos sobre la renta y riqueza crezcan a una tasa del 5,1%, impulsados por un crecimiento esperado de los impuestos sobre la renta de los hogares de un 5,9%, lo que supone una ligera desaceleración respecto al 6,2% del 2019, y que podría venir explicado por una suave ralentización tanto en la remuneración por asalariado como en la evolución prevista del empleo.
Asimismo, el Ejecutivo se compromete en el plan presupuestario remitido a Bruselas a subir al menos un 2% el salario de los funcionarios el próximo ejercicio. Conforme al acuerdo sindical, el incremento salarial de los empleados públicos ha sido del 2,25% para 2019, más un 0,25% adicional asociado a un crecimiento del PIB igual o superior al 2,5% según el dato de avance publicado por el INE, y otro 0,25% más correspondiente a los fondos adicionales.
Para 2020 se prevé que esta rúbrica se mantenga estable en el 10,7% del PIB, como resultado de aplicar una subida fija prevista en el citado acuerdo sindical, más cierto porcentaje adicional como resultado del crecimiento estimado del PIB.
En cuanto al IPC, estima que se mantendrá "contenida" en el bienio. En 2019, el deflactor del consumo privado alcanzaría una tasa del 1,5%, y el del PIB, del 1,7%, esperándose que ambas tasas aumenten una décima en 2020, hasta 1,6% y 1,8%, respectivamente.
Asimismo, el Plan Presupuestario remitido a Bruselas refleja unas previsiones que apuntan a que el empleo equivalente a tiempo completo aumente en 2019 el 2,3%, y que se desacelere tres décimas en 2020, hasta el 2%, en línea con la moderación en el crecimiento de la actividad (el PIB crecerá un 2,1% este año y un 1,8% en 2020).
De esta forma, la tasa de paro se reducirá progresivamente, situándose en el 13,8% este año y en el 12,3% el próximo. Por su parte, a pesar del aumento salarial previsto la productividad volverá a retroceder dos décimas, tanto en el ejercicio actual como en el siguiente, según el Plan Presupuestario.