La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha defendido la decisión del Ministerio de Sanidad, recogida en la Estrategia de vacunación frente a la COVID-19, de registrar en la base de datos a las personas que se nieguen a ponérsela.
"Es algo que venimos haciendo en los sistemas sanitarios desde siempre, fundamentalmente en los programas de vacunación que se dirigen a la población infantil", ha argumentado la portavoz del Ejecutivo este martes en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros.
Al respecto, ha comparado este registro con la cartilla de vacunación con la que cuentan todos los ciudadanos desde la edad infantil: "Tener la cartilla de vacunación permite en cada momento, bien a través de ese documento o bien a través de la historia clínica, que cualquier profesional tenga constancia de que esa persona se ha sometido a esa vacuna, medicamento o tratamiento para hacer una mejor vigilancia de su estado de salud".
En cualquier caso, la ministra se ha remitido a la rueda de prensa de este miércoles del ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), para informar sobre posibles "avances" en este registro de vacunación.
Este lunes, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, también se mostró partidaria del registro de las personas que no se quieran vacunar: "Registrar el rechazo a la vacunación puede ser de interés sobre todo para ayudarnos a analizar las causas que pueden provocar el rechazo en determinados grupos de población y poder insistir en las campañas informativas y de divulgación que sean necesarias para explicar el beneficio de las vacunas".
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