El Ministerio de Educación ha acordado este miércoles con las comunidades autónomas que este curso todos los alumnos de infantil, primaria, secundaria y primero de bachillerato promocionen, lo que quiere decir que todos pasen de curso, pero no con la misma nota. De producirse alguna repetición sería algo “muy excepcional”.
Los profesores tendrán que decidir la calificación de cada estudiante en base a las notas obtenidas durante los dos primeros trimestres, el periodo en el que las clases fueron presenciales antes de que se decretara el estado de alarma. La evaluación del tercer trimestre solo podrá ser tenida en cuenta para bien. Los alumnos de segundo de bachillerato no se ven afectados por la medida. La forma de evaluar será definida por las comunidades.
Hay que apuntar que el comienzo de la reunión de la Conferencia Sectorial de Educación se ha demorado hasta el mediodía porque la ministra Celaá debía asistir antes al Pleno del Congreso de los Diputados para responder a una pregunta del Partido Popular sobre la previsión del Ministerio para reanudar las clases presenciales.
En su respuesta a la diputada del PP Sandra Moneo, Celaá adelantaba su propuesta para reducir al mínimo las repeticiones este curso, "siendo la promoción la regla general y la repetición, la excepción", ha asegurado en el hemiciclo. Un criterio que las comunidades han aceptado.
Sin embargo, algunos gobiernos autonómicos precisan que no se trata de conceder el aprobado general a todos los escolares. La consejera de Educación de Castilla y León, Rocío Lucas, ha asegurado que ni siquiera se ha planteado esa opción durante la reunión telemática de la Conferencia Sectorial.
En rueda de prensa, la consejera castellanoleonesa ha detallado que las comunidades y el Ministerio de Educación han acordado que los profesores evalúen a sus alumnos en función de los resultados de los dos primeros trimestres del curso, los que se desarrollaron en las aulas antes del Estado de Alarma y que suponen el 65 por ciento de los contenidos anuales. Las evaluaciones contarán con un informe individualizado para cada alumno.
El acuerdo contempla que las tareas que los escolares han realizado en casa durante el confinamiento solo servirán para subir nota. De este modo, el periodo sin clases presenciales no perjudicará a aquellos estudiantes que no han podido seguir la educación a distancia por carecer de recursos en sus hogares.
De este modo, el Gobierno y las comunidades asumen la sugerencia del Consejo Escolar del Estado de convertir la repetición en algo muy excepcional este curso. La semana pasada, el máximo órgano consultivo en educación aprobó un documento con recomendaciones para adaptar el final del curso escolar al confinamiento, y descartó eliminar por completo las repeticiones como había propuesto la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes CANAE.
La petición de eliminar o reducir las repeticiones este curso, promovida inicialmente por organizaciones de estudiantes, ha sumado apoyos en las últimas semanas. La ONG Save The Children remitió ayer una carta a la ministra Celaá donde reclamaba un acuerdo con las comunidades autónomas para que la repetición sea este año algo "casi residual, como ya lo es en la mayoría de países europeos".
Save The Children exponía en la misiva que "una parte del alumnado no está siguiendo el ritmo" de la enseñanza a distancia tras la suspensión de las clases presenciales, "y corre el riesgo de desvincularse de la escuela". La ONG alertaba del coste económico y social que puede provocar esta situación en "el país con la mayor tasa de abandono escolar temprano de Europa".
La carta de Save The Children cuenta con el respaldo de profesores universitarios, expertos en educación y organizaciones como la Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos CEAPA, que defiende no evaluar las tareas escolares realizadas durante el confinamiento.
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